“La atención telefónica ha sido de gran ayuda”
La consulta telefónica en Atención Primaria no es algo nuevo. Antes de la covid-19, el colectivo médico tenía dos o tres consultas diarias de este tipo en su agenda pero con la llegada de la pandemia estas consultas se multiplicaron. Esto ha traído consigo la necesidad de innovar y de aprender, salvando las limitaciones que estas consultas imponen y revolucionando todo el sistema de Atención Primaria.
A partir de mediados de marzo se decidió priorizar la atención telefónica para reducir los desplazamientos de pacientes con o sin covid a los centros de salud de Atención Primaria, y como consecuencia, todas o la mayoría de las consultas que eran presenciales se han canalizado por teléfono durante el último año.
En este sentido, el presidente de la Asociación Vasca de Pediatría en la Atención Primaria y pediatra de Osakidetza, Rubén García, asegura que "la atención telefónica ha ayudado en gran medida a la hora de trasladar al paciente que pueda sufrir coronavirus a otros circuitos y, en el caso de quienes padezcan la patología, poder atenderles a otra hora o en otro lugar".
"Inicialmente valoramos hasta dónde es necesario acudir o no presencialmente a la consulta, porque hay cosas que podemos controlar desde casa y que sirven además para dar una atención continuada; sin embargo, la atención telefónica no excluye la atención presencial y muchas consultas, tras la llamada inicial, acaban siendo de carácter presencial”, asegura García.
Las consultas telefónicas suponían entre el 5 y el 15 % de la agenda diaria del colectivo médica de Atención Primaria antes de la pandemia, mientras que en tiempos de covid han llegado a alcanzar el 70 % y 90 %.
Comparando los datos de 2020 con los del año anterior, García concluye que el número de consultas ha descendido en urgencias, así como en las consultas externas en los hospitales, mientras que en Atención Primaria han aumentado.
"En las redes sociales, en los medios de comunicación, hemos echado de menos el apoyo institucional que explicase más claramente que en Atención Primaria no tenemos menos trabajo; todo lo contrario, ya que se ha incrementado la carga a lo largo de 2020, con la carga de trabajo y el cansancio que ello acarrea", explica el pediatra.
"La gente muchas veces piensa que la atención telefónica nos requiere menos tiempo y que se pueden ampliar nuestras agendas para hacer un montón de llamadas telefónicas, que además no suelen ser más fáciles en sí mismas", explica.
En este sentido, apunta que "nuestras agendas no tienen límite y eso es un enorme problema para trabajar con calidad y seguridad. Durante la pandemia, hemos llegado a tener jornadas de 40, 50 y 60 pacientes", explica.
Según García, en torno a enero el Departamento de Salud del Gobierno Vasco pidió al colectivo médico que fuera modificando estos porcentajes de llamadas telefónicas para aumentar el número de consultas presenciales. "Realizar esta petición en medio de una segunda ola también es difícil de ejecutar, porque muchas veces genera problemas organizativos”.
Preguntado por los errores de este tipo de consultas, Ruben García señala que "puede que haya habido errores", pero "no creo que eso sea significativo en los números finales". Respecto a los retrasos en los diagnósticos, dice que “en algunos tipos de cáncer se han retrasado los diagnósticos por la covid-19, pero no tenemos datos concretos todavía. Diría que este tipo de retrasos ha afectado más a los adultos, y en menor medida entre los y las menores“.
Al igual que ocurre en otros ámbitos relacionados con la pandemia, las investigaciones posteriores nos enseñarán hasta dónde son útiles las consultas telefónicas: ¿sirven igual?, ¿sirven para unas cosas y para otras no?, ¿estamos dejando algo atrás por prestar este tipo de atención? “Todo eso, el tiempo y, especialmente, los números lo dirán”, concluye Rubén García.