Sociedad -
Donostia
Cientos de personas piden en Donostia virar hacia el decrecimiento turístico de la ciudad
A la protesta, convocada por Bizilagunekin, se han sumado más de medio centenar de asociaciones y los sindicatos ELA, LAB, ESK, CCOO, CNT y Steilas. Denuncian problemas serios de vivienda y el abandono de las necesidades de la ciudadanía en beneficio del bolsillo de unos pocos.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Masifikazioaren eraginekin kezkatuta, desazkunde turistikoa aldarrikatu dute ehunka lagunek Donostian
La prohibición de los pisos turísticos y atajar la promoción de la ciudad han sido dos de las peticiones que han reclamado este domingo los participantes en una manifestación convocada en San Sebastián por la plataforma Bizilagunekin para pedir el decrecimiento turístico de la capital guipuzcoana.
Esta exigencia ha protagonizado la pancarta de cabecera de la marcha, en la que más de un millar de personas han partido a las 12.00 horas de los jardines de Alderdi Eder y han recorrido varias calles de la Parte Vieja y el centro para concluir en la plaza Easo.
La protesta ha contado con el apoyo de más de medio centenar de asociaciones, colectivos y organizaciones de San Sebastián, entre las que figuran Stop Desahucios, Asociación de Vecinos de Ulia, Martutene Bizirik, Eguzki, Ekologistak Martxan y los sindicatos ELA, LAB, ESK, CCOO, CNT y Steilas.
Durante el recorrido se han coreado gritos como 'La vivienda es un derecho no un negocio', 'Turismo no, vivienda sí' y 'Donostia ez dago salgai' (Donostia no está en venta).
El portavoz de la Plataforma de Donostiarras por el Decrecimiento Turístico, Bizilagunekin, Asier Basurto, ha destacado en declaraciones a los medios de comunicación la necesidad de "poner en el centro las condiciones de vida de los habitantes" por delante de "favorecer siempre los negocios turísticos".
En ese sentido, ha remarcado que el modelo de ciudad de San Sebastián "se ha hecho para favorecer el negocio" en ese sector, "lo que empeora cada vez más las condiciones de vida de los ciudadanos".
Ha subrayado que existe "un proceso de expulsión" de los donostiarras de su ciudad debido a la carestía de la vivienda, que "es muy evidente y está corroborado por los datos".
"La ciudad está perdiendo lo mejor que tiene, a sus ciudadanos y las relaciones entre estos, en favor del negocio de unos pocos", ha considerado.
Por ello, la plataforma que representa aboga por "el camino del decrecimiento turístico" que conlleve un "cambio de modelo" y no se circunscriba a "medidas estéticas como limitar los grupos turísticos".
Basurto ha defendido un cambio "global" que debe pasar por la prohibición de los pisos turísticos, porque en un "lugar donde la demanda de vivienda es tan evidente no es legítimo" que existan apartamentos de esas características.
Pisos turísticos y déficit de vivienda
En el mismo sentido se ha manifestado la portavoz de Stop Desahucios, Rosa García, que ha recordado que el 40 % de las viviendas turísticas de la Comunidad Autónoma Vasca están en San Sebastián, a lo que se suma la "lacra" de los contratos temporales, "que carecen de cualquier tipo de regulación", ha asegurado.
"No vale solo con la moratoria, hay que decrecer, hay que limitar el número de pisos turísticos que están quitando y robando viviendas de uso residencial", ha denunciado García.
Asimismo ha abogado por movilizar las "5000 viviendas vacías que existen en la ciudad" y reducir los "altísimos alquileres que propician los fondos de inversión".
García ha exigido al alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, que "envíe ya" la documentación para declarar zona tensionada a la ciudad y "se puedan limitar los alquileres abusivos de los grandes tenedores, que tienen más de 3000 viviendas" en la capital guipuzcoana.
Representantes de la Asociación de Vecinos de Ulia han recordado que los problemas derivados del turismo se dan en muchas ciudades.
"Todos somos turistas y estamos petando las formas de vida en todo el mundo", han señalado.
Han incidido en que "no es el mercado el que se tiene que autorregular, sino la autoridad pública" la que debe que reglamentar "en función de los deseos y la buena vida de los ciudadanos".