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Descubrimiento
Aranzadi descubre en Larunbe un altar del siglo I d.C. dedicado a la divinidad vascona "Larrahe"
El altar contiene un texto escrito en latín y recoge la dedicación de una mujer, Valeria Vitella, a la deidad vascona Larrahe. La pieza es un reflejo de la permanencia del culto a deidades indígenas vasconas durante el periodo romano.
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Euskaraz irakurri: K.o. I. mendeko aldare bat aurkitu dute Larunben, Larrahe jainko baskoiari eskainitakoa
Un equipo multidisciplinar coordinado por arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y con la participación de investigadores de la Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad del País Vasco, la Universitat de Barcelona, la Universidad de Burgos y la Université de Pau et des Pays de l'Adour descubrió en agosto del 2022 un ara o altar votivo de época romana, datada en el siglo I d.C. Aranzadi subraya que esta pieza es "excepcional debido a su inscripción y la posición donde fue recuperada, ya que recoge una dedicatoria en latín de una mujer, Valeria Vitella, a la deidad vascona Larrahe".
La Sociedad de Ciencias Aranzadi coordina desde el 2010 y en trabajo colaborativo a un equipo de arqueología junto a más de 50 voluntarios y voluntarias de Larunbe para excavar y consolidar los restos del monasterio medieval de Doneztebe (siglo XI), ubicado en la cima del monte Arriaundi (942m).
Gracias a las labores de voluntariado de vecinas y vecinos de Larunbe y la coordinación arqueológica de Aranzadi se descubrieron y consolidaron los restos de este monasterio, cuyo emplazamiento era desconocido hasta la fecha, y que conserva su planta original de tres ábsides semicirculares.
1000 años anterior a la construcción del monasterio
Pero una sorpresa aguardaba debajo de la tierra. Una pieza arqueológica 1000 años más antigua que la construcción del monasterio emergió en verano del 2022 en plena campaña arqueológica: un ara o altar votivo del siglo I d.C, escrito en latín y dedicado a una divinidad vascona. Esta pieza no se ha localizado en su ubicación original: es un altar diseñado para estar de pie, ser contemplado y ser legible. Sin embargo, se ha encontrado depositada en el fondo del pozo medieval adscrito al monasterio, con la inscripción orientada hacia abajo. Se desconoce si fue arrojada o depositada de forma intencionada en este lugar.
Si bien en el yacimiento de Arriaundi se han podido documentar aisladamente materiales arqueológicos de época romana tales como fragmentos cerámicos, tachuelas de sandalias y monedas, el descubrimiento del ara aporta avances significativos sobre las creencias de los vascones, el área de culto a la deidad Larrahe y el sincretismo entre el mundo romano y el vascón, informa la sociedad de ciencias.
Los altares o aras romanas suelen estar realizados de piedra. En la parte central tienen el cuerpo, donde se escribe la dedicatoria. La base y la parte superior suelen sobresalir del cuerpo, y en la superior suelen tener una corona con un pequeño orificio denominado focus. En este focus se realizaban los sacrificios, es decir, se vertía vino o se quemaba algún tipo de incienso en su interior a modo de ofrenda.
En el caso del ara de Larunbe, se representa el cumplimiento de un voto puesto por una mujer, Valeria Vitella, a una divinidad vascona de nombre Larrahe.
El nombre de este dios o diosa indígena solamente se atestigua en otras tres aras procedentes del territorio vascón, localizadas en la cuenca del Arga y de su afluente el río Salado: Muruzabal de Andión (Mendigorria, antigua Andelo), Irujo y Riezu. La de Larunbe es excepcional, ya que es la pieza que más al norte ha aparecido y a más altitud, y la única recuperada en contexto de intervención arqueológica. Esto amplia el ámbito de influencia hasta ahora conocido para esta divinidad.
"Se trata por tanto de una deidad evidentemente vascona, ya que tiene una parte final, escrita -he que podemos interpretar probablemente como la forma del dativo vascónico, es decir, que marca a quién está dedicada: a la deidad Larra. El nombre vascónico, con su vinculación al euskara actual, nos lleva a interpretarla como una deidad relacionada con el campo o el territorio de labranza", explica Aranzadi.
El ara de Larunbe amplía más al norte la dimensión territorial de los testimonios escritos de la divinidad y del idioma vascónico. El lugar donde aparece está en los límites de lo que podría ser el territorio patrimonial vascón y sus vecinos probablemente várdulos. El testimonio del ara nos delimita un poco más este territorio y nos señala esta zona de culto a la divinidad vascona a finales del siglo I d.C. "Es un testimonio más que ayuda a profundizar sobre los orígenes y evolución del vascónico y del euskera", concluye la sociedad de ciencias.
El ara votiva se ha presentado en un acto institucional en la iglesia de San Vicente de Larunbe y ha contado con la participación de Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra; Ana Ollo, consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra; Floria Pistono, alcaldesa de Iza; Jokin Otamendi, presidente de Aranzadi; Juantxo Agirre Mauleon, secretario General de Aranzadi y arqueólogo director del yacimiento de Larunbe; y Javier Velaza, catedrático de Epigrafía Latina de la Universitat de Barcelona.
En el acto se han presentado dos monografías sobre el ara de Larunbe y el yacimiento de Arriaundi, un reportaje documental sobre el hallazgo, y un mural dedicado a Larrahe realizado en Larunbe por el muralista Iker Uribe.
Mediante este acto, Aranzadi inaugura la temporada de excavaciones arqueológicas en Navarra, que se alargará hasta mediados de septiembre. En este contexto, y relacionado con otra pieza esencial de la epigrafía de los vascones como es la Mano de Irulegi, Aranzadi ofrece visitas guiadas al yacimiento de Irulegi para toda la ciudadanía interesada en conocer este poblado en el corazón de la tierra de los vascones.