Sociedad -
Juicio en Navarra
El chófer acusado de homicidio imprudente de dos menores en Estella reitera que los frenos fallaron
El acusado ha declarado en la segunda sesión del juicio en su contra. Según ha relatado, llevó el vehículo al taller de la empresa el mismo día del accidente tras notar a la mañana que no frenaba bien. Según lo informes forenses, pisó el acelerador en vez del freno.
EITB MEdia
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El conductor de autobús de la compañía La Estellesa que, en enero de 2020, arrolló a un vehículo en Estella (Navarra) matando a los dos menores que viajaban en su interior e hiriendo de gravedad a su madre, ha declarado hoy como acusado en el juicio que se sigue en su contra, y ha reiterado lo que lleva sosteniendo desde que se registrara el fatal accidente: fallaron los frenos del autobús.
Según han declarado previamente varios viajeros del autobús, el acusado, M.L.R, de 36 años y vecino de Pamplona, gritó que no "tenía frenos" en el momento del accidente, y pidió a los presentes que se "protegieran". Sin embargo, los posteriores informes de forenses han concluido que el conductor pisó el acelerador en vez del freno. El acusado ha negado tal extremo.
La Fiscalía concluyó en su informe de acusación que el conductor excedía la velocidad máxima autorizada en el tramo (de 40 km/h) y que al conducir a unos 61 km/h perdió el control del vehículo y no utilizó adecuadamente los sistemas de freno disponibles en el autobús. Así, el Ministerio Fiscal le acusa de dos delitos de homicidio y otros dos delitos de lesiones agravadas, ambos por imprudencia grave. Solicita para el acusado 3 años y 9 meses de cárcel, la retirada del permiso de conducir durante seis años, así como varias indemnizaciones a los dos progenitores y al peatón que resultó atropellado.
Llevó el autobús contra los coches aparcados para intentar frenarlo
Respondiendo a preguntas de acusación y defensa, el chófer ha relatado que la mañana del fatal accidente notó que el autobús no frenaba bien, y que los pilotos de ABS permanecían encendidos, lo que indicaría alguna deficiencia en el frenado. Así, ha afirmado que llevó el vehículo al taller mecánico de la empresa para que lo arreglaran.
Horas más tarde, al coger el autobús de nuevo para realizar el trayecto Logroño-Pamplona, notó que la incidencia no se había resuelto. Al entrar a Estella, consideró que el vehículo iba demasiado rápido, y que aunque intentó frenar, el autobús no respondía. "Ese autobús no podía meterlo así en Estella, tengo que irme contra los coches estacionados para frenarlo", ha dicho que pensó.
Dos chóferes de La Estella niegan problemas con los frenos
El juicio comenzó ayer en la Audiencia de Navarra con la declaración de la madre y el padre de los menores fallecidos, varios ocupantes del autobús, el peatón atropellado y dos conductores de la compañía.
Los progenitores explicaron que se marcharon a vivir a Logroño porque "no soportaban pasar por el lugar del accidente". La madre, que resultó herida grave, declaró que el autobús "se dirigía como un obús contra mí".
Por su parte, varios chóferes de la compañía La Estellesa declararon no haber tenido problemas con el freno, pero sí advirtieron de que se encendía el chivato y que se había informado a los mecánicos. Según admitieron, el autobús "era más viejo que otros y tosco para conducir, con el pedal del freno un poco duro".