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ÚLTIMO ADIÓS
Autoridades ensalzan la figura de Juan María Uriarte tras acudir a la capilla ardiente
La capilla ardiente permanecerá abierta en la Casa de Espiritualidad de Begoña hasta las 15:30 horas del lunes. Posteriormente, se celebrará la misa exequial en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, a las 17:00 horas. Al día siguiente se celebrará otro funeral en Donostia-San Sebastián.
EIDER JAUREGI OIARTZABAL | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Juan Maria Uriarteren izaera eta ondarea goraipatu dute euskal agintariek hil-kaperara egindako bisitan
El lehendakari Iñigo Urkullu y la alcaldesa en funciones Amaia Arregi han sido las primeras autoridades en acudir a la capilla ardiente del obispo emérito Juan María Uriarte abierta a las 17:00 horas en la Casa de Espiritualidad de Begoña, en Bilbao. Centenares de fieles y representantes políticos se han acercado al recinto para dar el último adiós a Uriarte, cuya capilla ardiente permanecerá abierta al público hasta las 15:30 horas del lunes.
En declaraciones a los medios de comunicación a su llegada, Urkullu ha destacado que Uriarte fue "un hombre fiel y entregado a la Iglesia y a su Evangelio y, por lo tanto, un hombre también de paz". "Impulsó además que la Iglesia vasca fuera una Iglesia pegada a la tierra y a las necesidades de la ciudadanía, cercana a los problemas sociales", ha añadido.
Asimismo, ha subrayado su papel como" impulsor de la cultura vasca y en la implicación de la Iglesia dentro del desarrollo de la cultura vasca y de lo que era la necesaria labor por una Euskadi que pudiera vivir en paz". En este sentido, ha querido poner en valor "su compromiso por que desde el diálogo, el uso de la palabra y el desarme verbal" se pudiera "ir sembrando también una semilla para poder vivir en paz y normalizar la convivencia".
La alcaldesa de Bilbao en funciones, Amaia Arregi, ha manifestado que Uriarte fue "una persona buenísima que siempre pensaba en los demás, en hacer el bien y ayudar a cada una de las personas y también a Euskadi".
"Ayudó a Euskadi a ser mejor y a intentar, con su granito de arena, que no era poco, avanzar dando pasos en aquellos momentos tan complicados. Siempre nos quedará su legado; tenemos dónde mirarnos y ojalá nos pudiéramos parecer a él en algo", ha añadido.
Dos funerales, uno en Bilbao y otro en Donostia
Este lunes a las 17:00 horas se celebrará la misa exequial en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, lugar en el que fue ordenado obispo. La celebración, estará presidida por Joseba Segura, actual obispo de Bilbao, que ayer destacaba "la capacidad de Uriarte para conectar con los diferentes".
Tal y como dejó escrito en sus últimas voluntades, sus restos mortales serán trasladados a Fruiz (Bizkaia), donde descansarán para siempre en el panteón familiar del cementerio parroquial.
Al día siguiente, martes 20 de febrero, se celebrará una Eucaristía funeral solemne en la Catedral del Buen Pastor de Donostia-San Sebastián a las 19:00 horas, presidida por Fernando Prado Ayuso, el actual obispo de Donostia-San Sebastián, que tras conocerse la noticia, remarcó la positiva influencia que Uriarte tuvo en él: "Me enseñó la importancia de cuidar la vida interior y de la oración constante, como aquello más necesario en la vida de todo sacerdote. Ya obispo, su única recomendación fue la de querer siempre a todos, más allá de toda circunstancia".
Uriarte marcó una época en la iglesia vasca
Juan María Uriarte falleció el sábado en el Hospital de Basurto a los 90 años de edad, acompañado de familiares y allegados, tras ser hospitalizado recientemente por un ictus.
Nacido el 7 de junio de 1933 en Fruiz (Bizkaia), realizó los estudios de teología y psicología, y tras ocupar varios puestos en la jerarquía eclesiástica (obispo auxiliar de Bilbao en 1976-1991 y obispo de Zamora en 1991-2000), en el año 2000 fue nombrado obispo de Donostia-San Sebastián, sucediendo a José María Setién, cargo que ocupó hasta el 2009, hasta que Benedicto XVI aceptó su renuncia por edad en 2009.
Fue presidente de la Comisión Episcopal del Clero entre 1993 y 1999 y fue autor de distintos libros, entre ellos Ministerio presbiteral y espiritualidad (Idatz, 2000), Ser sacerdote en la cultura actual (Sal Terrae, 2000), Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo (Sal Terrae, 2011). Seguidores y Servidores de la Palabra de Dios (Idatz), La reconciliación (Sal Terrae, 2013), El celibato (Sal Terrae, 2014) o Sexo y género a debate (Mensajero, 2023).
A lo largo de su amplio ministerio pastoral, destacó por sus esfuerzos en dos áreas muy diferentes: su preocupación por la atención a los sacerdotes y sus esfuerzos por la pacificación en Euskal Herria.
El papel del religioso fue, sobre todo, reconocido por la labor realizada durante años a favor del proceso de paz, una posición que a menudo lo convirtió en el centro de las criticas de quienes lo acusaron de equidistante. Alcanzó el máximo protagonismo en la tregua de 1998-99, cuando él fue el intermediario en la reunión que celebraron los enviados del Gobierno de José María Aznar y miembros de ETA en Vevey (Suiza), en mayo de 1999.
Su sombra siguió presente en más intentos que hubo, entre ellos los contactos "oficiosos" entre el PSE-EE y Batasuna que desembocaron en el "alto el fuego permanente". En 2007 intercedió ante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para que atenuara el régimen de vida penitenciario del miembro de ETA Iñaki de Juana Chaos.
En 2012, visitó en la cárcel al exlíder del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, en la prisión de El Dueso (Cantabria). Un año más tarde, cuando recibió el premio de la Fundación Sabino Arana, reclamó a ETA su "desarme y disolución", y al Gobierno español que "dulcificara la política penitenciaria para evitar que el proceso se pudra".
En una entrevista en el programa "Ganbara" de Radio Euskadi, Uriarte señalaba en marzo de 2022 que el tiempo transcurrido desde el fin definitivo de la actividad armada de ETA no era suficiente para dar por cerrado el conflicto vasco. "Estos conflictos se cierran cuando han pasado generaciones. Los expertos nos dirían que 10 años no son suficientes cuando el drama vivido ha sido largo y grave como este", explicaba. Además, destacó que "las armas han callado, pero la reconciliación es más que la paz de las armas: incluye memoria, verdad, justicia, diálogo y petición de perdón".
La figura de Uriarte ha sido alabada y reconocida por varios representantes políticos y víctimas de ETA en sendos mensajes publicados en redes sociales.