Todo preparado en Iruña para disfrutar de los sanfermines

Los dispositivos sanitarios y de seguridad, el recorrido del encierro, los recintos de todo tipo que acogerán espectáculos y conciertos... todo está preparado ya en Pamplona/Iruña para que, a mediodía del 6 de julio, el estallido del chupinazo dé paso a 204 horas ininterrumpidas de fiesta en la ciudad.

Será este viernes cuando, en el momento en que el reloj de la Casa Consistorial marque las 12:00 horas, el concejal de Nafarroa Bai Iñaki Cabasés prenda la mecha del cohete anunciador de las fiestas, un acto multitudinario que muchos verán en directo en la propia plaza del Ayuntamiento y muchos otros, por alguna de las cinco pantallas gigantes instaladas en la capital navarra.

Estas son también las fiestas de la crisis, en las que el presupuesto, de 2,4 millones de euros, se reduce un 8 % respecto a 2011, pero en las que no hay ningún "recorte" en la ilusión y las ganas de fiesta de los miles de pamploneses y foráneos que disfrutarán en las calles de los 431 actos oficiales.

Habrá Riau-RiauEntre ellos, como principal novedad este año, estará el tradicional "Riau-Riau", la marcha de la corporación municipal a la capilla de San Fermín en la tarde del día 6, que saldrá de nuevodespués de 16 años de ausencia del programa oficial por los incidentes que se registraban en este acto.

El Riau-Riau es sólo uno de los 431 actos oficiales, de los que 305 son musicales, 77 son actividades infantiles y familiares, 33 consisten en espectáculos taurinos, ocho son exhibiciones de deporte rural y otros tantos son actos institucionales.

Un millón de visitantes No falta ningún detalle en el recorrido del encierro. El doble vallado de madera está colocado e incluso se ha aplicado ya el producto antideslizante que evita caídas tanto de toros como de corredores en un tramo que va desde el final de la cuesta de Santo Domingo a los primeros metros de la calle Estafeta. El alcalde Pamplona, Enrique Maya, espera las horas que faltan para sus segundos sanfermines en el cargo con "todo preparado" para dar la bienvenida al millón de personas que, según algunos estudios, acuden cada año a las fiestas.