Sociedad -
Reportaje
La neurociencia como maestra: ¿Cómo aprender mejor?
Hay evidencias científicas que apuntan a formas más eficaces a la hora de estudiar. Acudimos al centro vasco referente en estudio del cerebro, al BCBL, para intentar entender cómo funciona nuestro cerebro cuando aprendemos y obtener las claves para que estudiar sea más efectivo.
Eider Garaikoetxea O. | EITB Media
Euskaraz irakurri: Neurozientzia irakasle: Nola ikasi hobeto?
Nos pasamos la vida aprendiendo; a veces lo hacemos de forma casi automática, sin darnos cuenta siquiera, mientras que otras, hemos de echarle horas y voluntad para que se nos meta en la cabeza. Es ahí donde la ciencia, más concretamente la neurobiología, puede echarnos un cable. ¿Y si hubiera técnicas que pudieran ayudarnos? ¿Qué factores influyen en el aprendizaje? ¿Cómo aprende, retiene y olvida nuestro cerebro?
Acudimos en busca de respuestas al Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), con sede en San Sebastián. Kepa Paz Alonso (Sestao, 1974), profesor asociado de Ikerbasque e investigador del centro, lleva años estudiando el cerebro, la forma en la que se comporta a la hora de adquirir conocimiento, en especial cuando éste va ligado a su versión idiomática; no en vano, lidera el grupo de estudio de Lengua y Memoria.
Paz Alonso reconoce que explicar cómo funciona nuestro cerebro a la hora de aprender es "altamente complicado", ya que puede abordarse de "distintas maneras y desde muchos niveles". No hay una sola memoria —hay diferentes tipos, que dependen de diferentes zonas del cerebro—, y "su base es dinámica, reconstructiva".
Sin embargo, si nos referimos a aquella memoria que nos permite retener conocimientos, recuerdos o habilidades hablamos de memoria a largo plazo. Para activarla, nos explica Paz Alonso, ha de producirse un cambio cerebral que nos posibilitará recuperar esa información en otro momento.
Y hay más: requiere de atención —no podemos aprender algo a lo que no prestamos atención— y si existe conocimiento previo, mejor.
También está la memoria llamada procedural, aquella por la que aprendemos a conducir o a andar en bicicleta. Según el experto del BCBL, en este caso "tu cuerpo tiene que aprender unos determinados movimientos, tus músculos deben tener ciertas posiciones para ser capaces de ejecutar la acción". En este tipo de memoria, sostiene Paz Alonso, "es mejor no pensar y realizar la acción automáticamente. Pasa algo parecido cuando tenemos que recordar contraseñas: es más efectivo dejarse llevar y simplemente apretar las teclas".
Por lo tanto, dependiendo de lo que queramos aprender, deberemos seguir distintas técnicas, denominadas nemonics (trucos de memoria). No es lo mismo estudiar un texto de manera literal o conceptos y cómo se relacionan. "Son dos procesos de memoria distintos: uno es puramente detallado, palabra a palabra, casi coma a coma, y otro sería básicamente entenderlo bien y relacionar los conceptos", asegura.
No obstante, hay dos estrategias a seguir que siempre favorecen, según el miembro del BCBL. La primera es elaborar la información, y la segunda, hacerlo con motivación. Nos lo explica así:
Tal como nos citaba Paz Alonso, elaborar la información es clave para que ésta se consolide en nuestra memoria. Por tanto, todas esas técnicas que nos lo permiten son beneficiosas: realizar esquemas, resúmenes, mapas conceptuales e incluso notas combinadas con imágenes. Estas últimas son muy efectivas, ya que nuestra memoria visual es mejor que, por ejemplo, la auditiva.
¿Y la música? ¿Ayuda o entorpece a la hora de aprender? Según el experto del BCBL, "todo depende de cómo la utilicemos. Si introduces la música en los aspectos que tienes que aprender, y la elaboras y memorizas ligada a ella, podría ayudar". Por ejemplo, aprendernos algo mediante una canción. "También puede ayudar a nivel basal: si te da un ritmo y te permite estar concentrado, adelante, quizás ni siquiera la estés escuchando", añade. No obstante, hay estudios que apuntan a que no ayuda "porque despista y genera ruido".
El investigador del centro donostiarra también ha aprovechado para desmentir ciertos mitos que existen en torno al cerebro. En primer lugar, no es verdad que tengamos una parte del cerebro predominante: "Usamos todas las partes del cerebro, todo el rato y de manera continuada", y tampoco que solo utilicemos el 10 % de la materia gris.
Asimismo, nos ha citado una reciente investigación del BCBL que bien podría ayudar a quienes enseñan y aprenden idiomas. Según han demostrado, uno de los métodos más usados, la repetición simultánea y en voz alta de nuevas palabras, puede resultar negativo. Así, han concluido que es mejor escuchar y dar un tiempo al cerebro para procesar ese nuevo vocabulario.
Lo que sí está demostrado es que el descanso, y por ende el sueño, son clave para los procesos de consolidación, es decir, para que nuestro cerebro procese y retenga mejor lo aprendido. "El sueño REM ayuda bastante a la memoria. Hay dos campos del cerebro, el hipocampo y el tálamo, donde se producen ciertas ondas cerebrales durante esta fase del sueño que están fuertemente ligadas a los que podamos recordar". Por tanto, tan importante es estudiar cómo descansar. Sin embargo, aún no hay evidencias suficientes para afirmar si es mejor estudiar a una hora determinada. "Hay estudios que sostienen que no es lo mismo aprender algo a la mañana o justo antes de irte a dormir. Las últimas teorías apuntan a que también se producen procesos de consolidación durante el día, aunque sabemos que principalmente tienen lugar mientras dormimos y especialmente en la fase REM".
Otra cuestión que favorece es el ejercicio físico. "Hay varios estudios que lo demuestran. No quiere decir que cuanto más ejercicio hagas mejor memoria vas a tener, si no que hay ciertos procesos básicos que ocurren cuando se realizamos actividad física que van a ayudarnos: hay una mayor oxigenación, se descansa mejor y por tanto, hay más fase REM, más concentración…", nos explica Paz Alonso.
Y que nadie se desmoralice: la capacidad de aprender no desaparece con la edad. Según el investigador del BCBL, "lo que ocurre, y está bastante estudiado, es que tenemos más ruido cerebral. Con la edad es más difícil estar centrado en aprender algo concreto".
Sigamos, por tanto, aprendiendo, aunque teniendo en cuenta estas lecciones de la neurobiología.