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SOSTENIBILIDAD
Árbol de Navidad natural o artificial: ¿Cuál es la opción más sostenible?
No hay una respuesta única para esta pregunta y depende de muchos factores. ¿Qué pasará con ese árbol natural cuando acaben las fiestas? ¿Seguirá viviendo en su maceta? ¿Será reciclado o compostado?
ANE SANTESTEBAN | EITB MEDIA
La Navidad está a la vuelta de la esquina, unas fechas donde hay un impacto ambiental muy alto por la cantidad de basura que se genera de adornos, regalos, envoltorios y demás objetos que se desechan. ¿Y qué pasa con el árbol de Navidad? ¿Es más sostenible un árbol real o uno artificial? Según expertos, uno de plástico debe reutilizarse durante al menos 10 Navidades para mantener su impacto ambiental por debajo del de uno natural.
La respuesta a esa pregunta no es fácil, y depende de muchos factores. Mucha gente opta por comprar árboles artificiales porque duran más y no tienen que hacer una inversión cada año, mientras que algunas personas prefieren los árboles naturales con el fin de ayudar al medio ambiente.
Los expertos en medioambiente señalan que, en principio, un árbol de Navidad natural genera menos impacto ambiental que uno artificial, ya que, para empezar, los procesos de producción y transporte generan mayor impacto en el caso del árbol de plástico.
¿Pero son realmente menos contaminantes los naturales? ¿Qué pasará con ese árbol natural cuando acaben las fiestas? ¿Seguirá viviendo en su maceta? ¿Será reciclado o compostado? Si acaba en el vertedero, su huella de carbono aumentará de forma significativa.
La huella de carbono es la cantidad de emisiones, de gases de efecto invernadero, que produce el ser humano al fabricar un producto o realizar sus actividades diarias y se expresa en toneladas de CO2 emitidas.
En un estudio reciente, la consultora global Carbon Trust ha concluido que un árbol artificial debe reutilizarse durante al menos 10 veces para mantener su impacto ambiental por debajo del de uno natural. Así, la consultora estimaba en 40 kilos de CO2 la huella de carbono de un árbol artificial de dos metros.
Pero el impacto ecológico total del ciclo de vida de ambos tipos de árbol influye sobre todo su destino final. Si se quema un árbol natural, se devuelve íntegro a la atmósfera su contenido en carbono. Mucho peor es que el abeto acabe en un vertedero, ya que su descomposición provoca que todo el carbono se reintegre a la atmósfera en forma de metano, un gas de efecto invernadero 21 veces más potente que el CO2.
Por ello los expertos recomiendan que los árboles naturales se reciclen adecuadamente. Por eso, en primer lugar, es importante asegurarse que provengan de viveros con el fin de comercializarse.
Estos son algunos ejemplos respetuosos con el medio ambiente que se puede tener en cuenta cuando se decida deshacerse del árbol de Navidad una vez terminada la temporada festiva:
- Replantar el árbol de Navidad: Si se ha comprado un árbol de Navidad natural en una maceta, se puede volver a plantarlo en el jardín. Si se añade un poco de abono a la tierra y se observa cómo crece, puede que esté listo para poder utilizarlo el año que viene.
- Convertir las ramas y el tronco en astillas de madera para compostar en el jardín.
- Reciclar el árbol: Llevar el árbol de Navidad a un punto de recogida. Cada vez existen más espacios de recogida para los árboles de Navidad naturales. Estos espacios tienen como objetivo darles una segunda vida plantándolos nuevamente después.