Sociedad -
Ley de Extranjería
"En Euskal Herria, necesitáis trabajadores, pero sin permiso no podemos trabajar, y a mí se me ha acabado"
Desde el lunes, está en vigor el nuevo reglamento aprobado por el Gobierno de España para la Ley de Extranjería. Salem vive en San Sebastián, en la calle, y, en el programa "Faktoria", de Euskadi Irratia, se ha asomado a la rendija que abre la modificación.
Ane Zuazubiskar | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: 'Langileak behar dituzue Euskal Herrian, baina baimenik gabe ezin dugu lanik egin, eta niri bukatu egin zait'
Salem nació en Mauritania, hace 37 años, y ha llegado en dos ocasiones a Euskal Herria. La primera de ellas lo llevó a vivir durante casi cuatro años en la costa de Gipuzkoa, y logró permiso de trabajo, en el ámbito de la hostelería, "para trabajar con la parrilla". Seguidamente, tuvo que ir a Francia, a cuidar de su madre, y entonces se quedó sin permiso. Ha vuelto a Euskal Herria, y ha estado trabajando, pero lo ha hecho sin contrato, y se encuentra ahora sin papeles. Le gustaría recibir formación en Cocina, y ve un rayo de luz, por ello, en el nuevo reglamento.
Lo hace porque el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España ha llevado a cabo una serie de modificaciones en el reglamento de la Ley de Extranjería que flexibilizan y facilitan la contratación de personas migrantes. La principal novedad es la puesta en marcha del arraigo de formación, que consiste en que las personas migrantes que acrediten llevar en el Estado español al menos dos años y realicen un curso de formación en puestos de difícil cobertura podrán pedir permiso para residir y trabajar en el Estado español. Se completará una lista que identifique los puestos de trabajo de difícil cobertura; esa lista será renovada cada tres meses, por territorios.
Las y los expertos y las asociaciones que trabajan con personas migrantes han acogido de buen grado los cambios, de manera general, pero ahora están a la espera de saber cómo se van a aplicar. La abogada María Luisa Alza, del servicio BILTZEN, ha explicado que el arraigo de formación tiene límites, porque requiere encontrarse durante dos años en situación irregular de forma previa a solicitarlo, y, además, no permitirá a las personas migrantes trabajar y a la vez recibir formación.
Amaia Azpiroz e Ibone Aristegi, de la asociación Jatorkin, también están expectantes ante el recorrido de la nueva reglamentación. La entidad a la que pertenecen trabaja con migrantes que viven en la calle, y han percibido el interés de las y los jóvenes en torno a la modificación: "Este cambio, al menos, les aportará motivación, pero tenemos que ver cuántos recursos de ofrecen para llevarlo a cabo", ha señalado.