Sociedad -
Juicio en Pamplona
Comienza el juicio por el crimen de Asier Lavandera en Lekunberri
El fiscal pide para el acusado una pena de 14 años y 6 meses de prisión por homicidio.
Redacción
El juicio con jurado popular por el crimen perpetrado en Lekunberri contra el joven Asier Lavandera a la salida de la discoteca Mao Mao en enero de 2010 ha arrancado este lunes en el Palacio de Justicia de Pamplona y se prolongará hasta el viernes.
La acusación particular considera que los hechos constituyen un delito de asesinato del que es autor Sergio Fernando R.S., concurriendo circunstancias de "alevosía y ensañamiento", por lo que pide una pena de 25 años de prisión e indemnizar solidariamente a los padres con 150.000 euros a cada uno, en total 300.000 euros. La defensa no comparte las calificaciones y sostiene que los hechos son constitutivos de delito de homicidio, pero entiende que concurren en su representado circunstancias atenuantes como haber procedido a confesar que había apuñalado a la víctima antes de incoarse el procedimiento judicial.
Asimismo alude a las atenuantes de padecer "un trastorno psicopático de la personalidad del acusado motivada por circunstancias personales y familiares" y embriaguez.
La fiscal ha avanzado que va a presentar una prueba sólida para que se dicte una sentencia contra el acusado, quien, según ha dicho, ha reconocido que "asestó los navajazos a la víctima" y "no ha mostrado arrepentimiento".
La acusación particular se ha referido a Asier como "un joven donostiarra de 21 años, hijo único, que vivía en Donostia con sus padres, tenía novia, acababa de firmar un contrato de trabajo indefinido, al que la vida le sonreía de no haber sido por esos sucesos".
Ha destacado que no hubo provocación por parte de la víctima hacia el acusado, quien primero intentó agredir con una navaja "de grandes dimensiones" a un amigo de Lavandera y al no conseguirlo se dirigió hacia Asier a quien asestó "por sorpresa" tres puñaladas y tras perseguirle, "por la espalda" y "aprovechándose de su situación de debilidad", le asestó otras dos puñaladas.
Respecto a que el acusado se entregara, ha señalado que no fue así, ya que fue interceptado en un control de la Guardia Civil después de que un amigo de Lavandera facilitara la matrícula del vehículo en el que había huido del lugar. La defensa ha apuntado que los testigos propuestos por las acusaciones se contradicen y "faltan a la verdad", así como que no hubo persecución, sino que su defendido clavó la navaja cinco veces seguidas "de frente", ya que, "por suerte o por desgracia, es hábil con la navaja".
Ha añadido no hay asesinato "porque no hubo ensañamiento, no buscó causar sufrimiento a la víctima", y además el acusado padece un "trastorno de personalidad que conlleva un atenuante de su responsabilidad", que la noche de autos había bebido, que la víctima le agredió previamente y que confesó ante la Guardia Civil.