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El barco humanitario 'Aita Mari' afronta ya su segunda misión de rescate de este año
El buque vasco lleva tres meses en puerto en labores de reparación y mantenimiento. En la primera misión del año consiguió rescatar a 176 personas en situación de peligro y asistieron a un bote abarrotado con 280 personas.
E. L. | EiTB Media
Euskaraz irakurri: 'Aita Mari' ontzi humanitarioak urteko bigarren erreskate-misioari ekin dio
El buque de rescate Aita Mari se encuentra ya inmerso en su segunda misión de rescate de este año, tras zarpar este viernes desde el puerto base de Burriana (Castellón) rumbo al Mediterráneo Central, según ha informado la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) en una nota.
Tres meses después de su anterior misión, Aita Mari vuelve a navegar. El pasado 22 de febrero el buque vasco atracó en el puerto de Vinaroz y dio por concluida su primera misión del año. Consiguió rescatar entonces a 176 personas en situación de peligro, en dos intervenciones sucesivas (105+71); entre ellas 116 hombres, 18 mujeres y 42 menores aproximadamente. Además, asistieron a un bote en peligro abarrotado con 280 personas.
Desde entonces han trabajado en labores de reparación y mantenimiento del barco para poder llevar a cabo esta nueva misión de rescate, la segunda del año.
Esta misión, cuenta con tres peculiaridades a diferencia de las anteriores. Tras partir de Burriana, el buque vasco realizará una escala en Mallorca para ofrecer unas jornadas de puertas abiertas el sábado y el domingo en colaboración con la entidad Fons Mallorqui de Solidaritat i Cooperació.
Además, en esta ocasión, Aita Mari llevará a bordo una obra de arte denominada 'Bikonbota' del artista Alfredo Bikondoa.
Más de 800 fallecidos en 2022
Según SMH, en 2022 han muerto más de 800 personas en el mar en su travesía en busca de refugio. La travesía sur es por la que más gente intenta llegar a un destino mejor y en las que más muertes se han producido.
Desde 2011, el nivel de flujo migratorio en el mediterráneo por culpa de las guerras se ha mantenido, y en países como Senegal o Túnez, la pandemia derivada de la covid-19 ha obligado a muchos a buscar una salida por motivos económicos, ha agregado la ONG.
Esta misma semana, Aegean Boat Report ha denunciado que los guardacostas griegos han interceptado una barca con 107 hombres, mujeres, niños y niñas, en su mayoría afganas, la han destruido y tras obligarles a meterse en balsas de plástico sin motor, las han abandonado en aguas turcas. "Estas devoluciones no son casos aislados, suceden a menudo y Europa las financia", ha denunciado SMH.
"Son terroríficas" las historias que cuentan las personas rescatadas por el Aita Mari que han pasado por Libia. Torturas, violaciones, disparos arbitrarios, encarcelamientos y venta de personas son algunas de las "barbaridades que tienen que soportar personas cuyo único delito es haberse visto obligadas a abandonar su país", explica la organización no gubernamental.
"Una situación promocionada por la Unión Europea, que firmó hace 5 años un acuerdo con este país por el que ya ha pagado 455 millones de euros para controlar los flujos migratorios y otros 57 millones para gestión de fronteras. Es decir, para impedir que las personas migrantes o refugiadas puedan llegar a Europa", ha concluido.
Aita Mari lleva operando en el Mediterráneo desde noviembre de 2017 y desde entonces, ha realizado siete misiones, siendo ésta la octava, con un total de más de 700 vidas salvadas.