Sociedad -
Día Mundial del Melanoma
Las dermatólogas lo tienen claro: "No existe un bronceado saludable"
Hay diferentes tipos de cáncer de piel y cada uno tiene bases genéticas concretas, pero todos tienen un factor ambiental común: el sol. ¿Hasta qué punto es bueno o malo tomar el sol? Recogemos las opiniones de dos dermatólogas.
ANE SANTESTEBAN | EITB MEDIA
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El verano está a la vuelta de la esquina, llegan los primero rayos de sol y con él las ganas de broncearnos, pero ¿qué tenemos que saber antes de exponernos al sol? Las dermatólogas lo tienen claro: "No existe una forma saludable de brocearnos. Los rayos ultravioletas provocan mutaciones en el ADN de nuestras células cutáneas, mutaciones que van acumulándose a largo plazo y que pueden producir cáncer en el futuro".
Así lo han explicado la dermatóloga del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, de Barcelona, Ane Jaka, y la dermatóloga Miren Marquina, que ejerce en el Hospital Universitario Donostia y en la Consulta Tuneu de San Sebastián. Ambas coinciden en decir que la sociedad es cada vez más consciente de la importancia del cuidado de la piel, aunque reconocen que los cánceres cutáneos han aumentado de forma considerable en las últimas décadas.
Existen diferentes tipos de cáncer de piel y cada uno tiene unas bases genéticas, pero tanto Marquina como Jaka creen que todos tienen un factor ambiental en común: el sol. "Los rayos de sol tienen efectos beneficiosos para las personas: entre otros, ayudan a generar vitamina D y mejoran su estado anímico", explica Marquina. No obstante, pueden producir cáncer de piel. "Como en muchos otros ámbitos de la vida, en esto también es importante buscar un equilibrio para que el sol no sea perjudicial", añade.
Entre los factores de riesgo, además de la genética, existen muchos agentes externos, como la latitud y la altitud del lugar en el que vivimos. "La presenciade radiación ultravioleta es mayor en latitudes cercanas al ecuador y cuanto mayor sea la altura y esto hace que el riesgo de cánceres derivados del sol aumente", subraya Jaka.
El tono de la piel también tiene mucho que ver, según las expertas, ya que las personas con piel más oscura tienen menos riesgo de sufrir este tipo de cáncer. "Técnicamente hablando, a eso le llamamos fototipo. Las personas con un tono de piel muy clara se consideran fototipo I, mientras que las que tienen la piel negra son fototipo VI", explica Marquina. La dermatóloga indica que las personas con fototipo I, II y III son las que más deberían protegerse del sol.
En este contexto, y ante los efectos negativos que pueden producir los rayos de sol, las médicos creen importante adquirir buenos hábitos (evitar las horas centrales del día, no dormirse al sol o buscar la sombra), utilizar protecciones físicas (ropa, gorra o gafas) y aplicar crema solar. Sin embargo, Jaka señala que "la crema solar puede generar sensación de falsa seguridad".
Asimismo, las dermatólogas aconsejan utilizar un protector con factor de protección solar de 30-50 como mínimo. En cuanto a los filtros solares, señalan que tanto las mujeres embarazadas como los niños y niñas deben aplicar filtros inorgánicos (minerales), conocidos como filtros físicos. Recuerdan que los filtros químicos son más agradables y se aplican con mayor facilidad, precisamente porque la piel los absorbe.
No recomiendan hacer uso de cremas solares del año pasado; el producto puede estar oxidado y, por tanto, puede haber perdido su eficacia. Además, han recordado que es importante protegerse del sol también en los días nublados, tanto en primavera como en verano. "Los rayos de sol atraviesan las nubes", recuerdan.
El cáncer de piel más frecuente es el carcinoma basocelular. Apenas suele aparecer en las estadísticas, ya que, una vez extirpado, no tiene ningún riesgo para la salud. El carcinoma escamoso, por su parte, lo sufren principalmente las personas mayores o con algún transplante. En cuanto al melanoma, aunque sea el menos común, puede ser mortal y se diagnostica en personas más jóvenes.
La mayoría de los cánceres de piel se localizan en la propia piel y se tratan con cirugía, pero en ocasiones se extienden y los pacientes necesitan radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia, explica Marquina. Por ello, la dermatóloga destaca la importancia de la detección precoz del cáncer de piel: "Entre otras campañas de concienciación, por ejemplo, en junio tendremos la campaña Euromelanoma, que se realiza en toda Europa, aquí organizada por la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología".
Finalmente, Jaka ha destacado que el coronavirus también ha influido en el aumento del cáncer de piel, ya que los tumores cutáneos diagnosticados tras el confinamiento crecieron de forma considerable porque se detectaron y se diagnosticaron más tarde. "Así lo ha demostrado el estudio Skin-Cancer COVID-19 realizado entre varios hospitales de España", ha afirmado.