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CORONAVIRUS
La mascarilla ya no es obligatoria en la mayoría de interiores
El nuevo decreto ya ha sido publicado en el BOE, por lo que la medida está en vigor. La nueva normativa incluye varias excepciones y el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en hospitales, centros de salud, residencias y todo tipo de transportes públicos.
Eider Garaikoetxea O. | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Musukoa ez da derrigorrezkoa barrualde gehienetan
A partir de hoy se pone fin al uso obligatorio de la mascarilla en la mayoría de espacios interiores, aunque se mantiene en los centros y servicios sanitarios, residencias y todo tipo de transportes público y pasará a ser recomendable en eventos multitudinarios, aglomeraciones y para personas vulnerables.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado pasadas las 07:30 horas el real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que modifica la norma del 20 de mayo de 2020 por la que los ciudadanos tuvieron que empezar a usar el cubrebocas en todos los espacios públicos.
El decreto cita, como ya adelantó ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, los tres ámbitos donde la mascarilla continuará siendo imperativa:
En primer lugar, los centros, servicios y establecimientos sanitarios. Es decir, hospitales, ambulatorios, farmacias y centros de transfusión de sangre. Se argumenta que se trata de espacios "donde puede haber una mayor concentración de personas vulnerables en las que el riesgo de enfermedad grave es mayor y, por otro lado, en los que la probabilidad de transmisión es más alta, ya que son lugares donde puede haber mayor número de personas con infecciones respiratorias transmisibles, además de la covid-19".
En segundo lugar, los centros sociosanitarios y, en particular, de las residencias de personas mayores. Asegura el decreto que en estos centros es alta la probabilidad de que aparezcan "brotes, con un alto impacto al incidir sobre las personas vulnerables". No obstante, se exime a las personas residentes de su uso ya que "la institución constituye su domicilio", a diferencia del personal y visitantes en contacto con el exterior, "que pueden ser los agentes que introduzcan el virus".
Por último, el real decreto afirma que en los medios de transporte público —transporte aéreo, por ferrocarril o por cable, en el transporte público de viajeros y en los espacios cerrados de buques y embarcaciones si no hay distancia interpersonal— la mascarilla seguirá siendo necesaria, ya que "se concentra mucha población en espacios pequeños, con poca distancia interpersonal, a veces durante largos periodos de tiempo". El texto reconoce que "muchos transportes cuentan con buenos sistemas de ventilación dotados con filtros de alta eficiencia, esta ventilación no siempre está garantizada en todos ellos". Sin embargo, se precisa que la mascarilla no será de uso obligado para los andenes y estaciones de viajeros.
El texto menciona dos excepciones a esta obligatoriedad, que también estaban vigentes anteriormente. En primer lugar, no será preceptivo para "las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización". El otro caso es que "por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias".
Ámbito laboral y recomendaciones
El decreto no se extiende en las normas de uso en el entorno laboral (dedica un solo párrafo al tema), y establece únicamente que "con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas". No obstante, sí dice que "los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación".
El decreto no hace referencia al uso de la mascarilla en los ambientes escolares, si bien Darias fue muy tajante ayer, al afirmar que la mascarilla "no se usará en ningún caso en ambientes escolares".
Por último, la orden dedica dos párrafos a los supuestos en los que sí se recomienda el "uso responsable" del cubrebocas: por una parte, para "todas las personas con una mayor vulnerabilidad ante la infección por covid-19 que se mantenga el uso de mascarilla en cualquier situación en la que se tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros". Asimismo, se aconseja en los eventos multitudinarios. Por último, "en el entorno familiar y en reuniones o celebraciones privadas, se recomienda un uso responsable en función de la vulnerabilidad de los participantes".
La relajación del uso de la mascarilla llega cuando los hospitalizados por covid-19 en Euskadi han subido en un centenar en la última semana y ya son 315 los ingresados. También han aumentado los fallecidos y en la última semana se han registrado 17 muertes, mientras que otros indicadores sobre la evolución de la pandemia presentan una tendencia ligeramente positiva.
De esta forma, España se une a la larga lista de países que ya se han despojado del que se ha convertido en "uno de los elementos más simbólicos de la pandemia", como Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido o Países Bajos, entre otros. Mientras, algunos como Italia, Portugal o Grecia han optado por esperar algo más.