Sociedad -
Muerte de Iñigo Cabacas
La autopsia confirma que Iñigo Cabacas murió por un pelotazo
La autopsia no concreta la distancia en la que se disparó el pelotazo, pero concluye que debió ser "a pocos metros".
Redacción
La autopsia ha confirmado que la muerte del joven Iñigo Cabacas tras un partido del Athletic fue ocasionada al recibir el impacto de un pelotazo de la Ertzaintza, según ha podido saber Radio Euskadi.
El informe de la autopsia no concreta la distancia en la que se disparó el pelotazo, pero conluye que debió de ser "a pocos metros".
De esta forma, confirma la versión de los amigos, que desde el primer momento sostuvieron que Iñigo cayó herido por el impacto de un pelotazo.
Por la mañana, los amigos del joven se han reunido con los familiares para concretar las acciones que van a llevar a cabo a partir de ahora.
También las peñas del Athletic se van a reunir para determinar cómo denunciar la muerte del joven aficionado del Athletic. El joven murió el lunes, tras tres días en coma por las heridas sufridas en la cabeza en los incidentes registrados el pasado jueves en Bilbao después del partido Athletic contra el Schalke 04.
Esa noche, la Ertzaintza cargó durante los incidentes con pelotas de goma, y tras las lesiones sufridas por el joven, que no participó en los incidentes, abrió una investigación para determinar si las heridas fueron causadas por el lanzamiento de una pelota de goma por parte de los agentes o se produjeron en otras circunstancias. La autopsia realizada este martes ha confirmado que la herida, que le causó al joven fractura craneal y una hemorragia por la que entró en coma, fue causada por el impacto de una pelota de goma.
Antes de conocer la autopsia, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha adelantado que si se confirma que fue por una pelota de goma "se depurarán las responsabilidades" dentro de la policía vasca y que llevará "la investigación hasta el final, cueste lo que cueste".
La misa funeral por Iñigo Cabacas se celebrará este miércoles, a las siete y media de la tarde, en la parroquia Corpus Christi, de Bilbao, en Licenciado Poza.