Sociedad -

ENTREVISTA

Izaskun Arriaran: "Tenemos que sensibilizar a la sociedad sobre el respeto hacia las personas migrantes"

La enfermera y voluntaria de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario es una de las personas que conforma la tripulación del buque de rescate 'Aita Mari'. En la actualidad, el navío se encuentra en el puerto de Burriana a la espera de partir a primeros de año al Mediterráneo.

Íñigo Mijangos e Izaskun Arriaran en el preestreno del documental 'Aita Mari'. Foto: Nueve Cartas
Íñigo Mijangos e Izaskun Arriaran en el preestreno del documental 'Aita Mari'
Íñigo Mijangos e Izaskun Arriaran en el preestreno del documental 'Aita Mari'. Foto: Nueve Cartas

Onintza Aiestaran | EITB Media

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Euskaraz irakurri: Izaskun Arriaran: 'Migratzaileekiko errespetua landu behar dugu eta sentsibilizazioa egin haur eta helduekin'

Este viernes se estrena en las salas de cine el documental Aita Mari, la cinta sobre el atunero destinado al desguace que la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) transformó en un buque de rescate para salvar a personas en el mar Mediterráneo que cuenta con la participación de EiTB.

La película, del fotoperiodista y realizador donostiarra, Javi Julio, ofrece al espectador la oportunidad de embarcarse en el Aita Mari y ver la transformación del atunero y vivir de alguna manera la primera misión humanitaria de la ONG allá por 2019.

Para conocer más de cerca el día a del Aita Mari hemos hablado con una de las integrantes de la tripulación. Se trata de Izaskun Arriaran, enfermera y voluntaria de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario.

¿Cuál es el origen del nombre Aita Mari?

José Mari Zubia, alias 'Aita Mari', era un marinero de Zumaia conocido por socorrer a pescadores. En una de esas ocasiones en las que fue a auxiliar a unos náufragos murió sepultado por las olas. Nos pareció que era una bonita forma de ensalzar su labor teniendo en cuenta además que el fin del buque de SMH era el mismo.

Desde que empezó la transformación del atunero en buque de rescate hasta que salió rumbo al Mediterráneo en 2019 transcurrió un largo periodo de tiempo...

Era un atunero destinado al desguace que gracias al trabajo de personas voluntarias se transformó en un buque de rescate. Durante dos meses de verano nos reunimos un amplio grupo de personas de diferentes perfiles para limpiar, pintar, lijar, etc. La transformación se realizó más o menos en las fechas previstas, pero las trabas burocráticas y el papeleo alargaron el proceso. El barco estaba listo para otoño y luego estuvimos un año bloqueados en el puerto esperando la autorización para salir al mar. No fue algo puntual, desde entonces siempre han intentado ponernos dificultades. 

Finalmente, el barco recibió el permiso para navegar hacia el Mediterráneo con el fin de llevar ayuda humanitaria a Chios y Lesbos. Una vez allí, solicitamos "despacho" para ir al Mediterráneo central a realizar las labores de rescate.

Y llegó el primer rescate: 78 personas. Tras cinco días de espera el Aita Mari recibió permiso para atracar en Sicilia

Fueron días muy duros: mal tiempo, olas gigantes, gente mojada, de frío. Recuerdo en especial una noche en el que pasé miedo. La clínica siguió abierta y tratamos de hacer entrar en calor a la gente. Una vez pasado el temporal y a medida que pasaban las horas y los días afloró la tensión entre las personas migrantes porque temían con no llegar a puerto. Entonces nuestro trabajo fue mantener la positividad e intentar levantarles el ánimo.

Aita Mari

¿Cómo suele ser un rescate?

Rara vez nos hemos encontrado con algún barco. Eso nos pasó por ejemplo en la penúltima misión. Normalmente son las propias personas migrantes las que piden auxilio. La ONG Alarm Phone recibe la llamada y envía un aviso a Italia, Malta, Libia y a todos los barcos que operan en la zona. Es entonces cuando empezamos a trabajar en la búsqueda. Eso es un poco difícil de entender, a veces tardamos 6-8 horas en llegar a ese punto. En ese periodo de tiempo existe el peligro de que lleguen los guardacostas libios o los medios de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas. En ese caso, son devueltos inmediatamente. 

Una vez localizado, una lancha rápida baja del Aita Mari a la embarcación. En ese primer contacto es importante transmitir tranquilidad a las personas migrantes, ver cuántas personas hay, si hay menores, mujeres embarazadas o personas enfermas. Luego hay que repartir los chalecos salvavidas antes de subir a todas las personas al Aita Mari, en viajes de 8-10 personas.

Y a esperar a que las autoridades asignen un puerto...

Lo que más desesperación provoca es el silencio, la falta de respuesta. Según en qué aguas estemos pedimos permiso a ese país y si no responde llamamos a Italia. Cuando Italia nos dice vuestra bandera es española y es España la que tiene que dar una respuesta, entonces recurrimos a España. La pelota pasa de un tejado a otro y mientras tanto nosotros en medio. Es difícil tener ver tierra y no poder entrar al puerto. Esto provoca mucho nerviosismo entre las personas rescatadas y hay que trabajar muy bien con ellas.

Tras recibir permiso, llega el desembarco...

Ahora debido a la covid-19 se alarga mucho el proceso, ya que hay que hacer pruebas PCR antes de que salga nadie. Si hay algún positivo, estos quedan en el barco hasta que salga el resto. Los menores son trasladados a centros especiales y los adultos son introducidos en un ferry situado en el puerto para hacer cuarentena. Los miembros de la tripulación, por otra parte, tenemos que hacer la cuarentena en el barco, con el ancla echada.

Aita Mari

¿Lleváis la cuenta de cuantas personas habéis rescatado?

Desde el primer rescate en 2019 unas 530 personas. Somos un barco pequeño y hasta ahora solo podiamos acoger a 120 personas. Tras los cambios realizados en el barco durante la parada de verano, ahora podemos ir hasta 150 personas.

¿Cuánto cuesta cada rescate?

Es realmente impresionante. Además del sueldo de la tripulación, hay que tener pagar el combustible, las tasas portuarias y otras muchas facturas. Cada misión cuesta unos 100 000 euros.

¿Cuál es vuestra principal fuente de financiación?

El dinero público es nuestra principal fuente de ingresos: el Gobierno Vasco, el Gobierno de Navarra, las tres diputaciones forales y los ayuntamientos. También recibimos ayuda de empresas y particulares. 

Animo a todas las personas interesadas en ayudar al Aita Mari a visitar la página web de SMH.

(...)

Quiero animar a la gente a ver el documental porque puede hacer un trabajo de sensibilización muy grande en nuestro entorno, para ver de dónde vienen estas personas, qué problemas tienes,... A veces recibimos críticas porque salimos, porque estamos en el puerto. El documental ayuda a entender todo lo que rodea un rescate. Yo creo que desde aquí tenemos que trabajar el respeto hacia las personas migrantes. Desde aquí hay que hacer un trabajo de sensibilización, no sólo con los niños también con adultos.

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