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Coronavirus
Plentzia restringe la entrada hasta el sábado a las personas que no residen en el municipio
La alcaldesa subraya que estas medidas han sido tomadas ante los "lamentables incidentes" que durante todo el verano se han venido produciendo en esta localidad. Los controles aleatorios se realizan desde las 17:30 horas.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Plentzian bizi ez diren pertsonei sarbidea mugatuko zaie larunbatera arte
El Ayuntamiento de Plentzia ha comenzado este jueves a instalar controles de acceso a la zona urbana, que se mantendrán hasta el sábado con el fin de prevenir las aglomeraciones de personas y frenar la expansión del coronavirus.
Esta tarde, la Policía Municipal de Plentzia ha colocado controles aleatorios en dos de los accesos, mientras que había también presencia de ertzainas a pie junto a la estación del metro y varias furgonetas aparcadas detrás del Ayuntamiento.
Así, los agentes realizarán a partir de las 17:30 horas controles aleatorios en los que solo autorizará el acceso a los vehículos de residentes, de personas que puedan acreditar que necesitan entrar en el municipio por razones urgentes o a los servicios de emergencias.
Además, la Ertzaintza y la Policía Municipal se coordinarán para controlar la entrada de personas en el entorno de la estación del metro, según ha informado el Ayuntamiento de Plentzia en un bando municipal.
Estas medidas se llevarán a cabo para evitar la celebración de fiestas alternativas en unos días en los que deberían haber tenido lugar los festejos patronales del municipio, que se han visto suspendidos por la pandemia.
En un decreto municipal en el que determina la adopción de estas iniciativas, la alcaldesa, Elixabete Uribarri, ha destacado además que estas medidas han sido tomadas ante los "lamentables incidentes" que durante todo el verano se han venido produciendo en esta localidad.
Entre estos altercados, cita la realización de "botellones", daños en el mobiliario urbano, agresiones, enfrentamiento con el personal de los servicios de limpieza y con agentes de la Ertzaintza y la Policía Municipal e, incluso, la agresión sexual a una menor.