Sociedad -
Mar Cantábrico
“Probablemente no lleguen a desaparecer especies en el Cantábrico, sino que cambie el equilibrio entre ellas”
Xabier Irigoien, director científico de AZTI, nos habla de los estudios que el centro de investigación realiza sobre los parámetros más relevantes del cambio climático a nivel local. Entre otros, registra los datos locales del Cantábrico.
EITB Media
Euskaraz irakurri: "Seguruenik, Kantauri itsasoan ez da espezierik guztiz desagertuko, baina beraien arteko oreka aldatuko da"
Un grupo de investigadores de AZTI está estudiando los parámetros más relevantes del cambio climático a nivel local. Es habitual que se den los datos de la media de los mares del planeta, y gracias a este grupo también se registran los datos locales del Cantábrico. Xabier Irigoien, director científico de AZTI, nos ha dado a conocer algunas de sus impresiones. Entre otras cosas, indica que el cambio climático cambiará el equilibrio entre las especies de nuestro mar.
"Es indudable que el ecosistema marino va a cambiar, está cambiando, y ya estamos viendo cómo cambia", dice Irigoien. "Tenemos muy claro que hay especies que se van a beneficiar, porque les convienen más aguas cálidas, la anchoa, por ejemplo, y hay especies cuya abundancia se va a reducir, porque son de aguas más frías, como puede ser la sardina".
Una idea generalizada es que algunas especies marinas desaparecerán, pero Irigoien matiza esa idea: "Probablemente no es que lleguen a desaparecer esas especies, sino que simplemente cambia el equilibrio entre ellas. También es posible que veamos aparecer algunas especies, porque están llegando por el sur y antes no las teníamos".
Medidas locales
"Sabemos que desde los años 80 la temperatura del mar ha subido entre 0,5 y 1 grados y desde los años 90 el nivel ha subido entre 7 y 8 cm", ha indicado. Comparando los datos globales y los locales, se ve que la evolución del Cantábrico se ajusta aproximadamente al cambio general. "Sin embargo, en cada sitio las situaciones son diferentes porque tenemos condiciones locales que cambian", nos ha explicado.
La temperatura y el nivel del mar son complicados de medir, porque están continuamente variando en patrones cíclicos y tienen una dinámica compleja. "La superficie está más caliente; el fondo está más frío", según Irigoien, "y hemos visto que la temperatura ha variado en todas las profundidades, y que incluso la propia profundidad a la que llega la capa más caliente ha cambiado; de hecho, ha bajado.
Pesca y turismo
Desde el punto de vista del mar como ecosistema, el mayor impacto de la actividad humana en el Cantábrico son la pesca y el turismo, seguramente en ese orden. AZTI lleva años trabajando para la gestión de la pesca. Pero no solo ellos. Irigoien, cuya especialidad es la oceanografía biológica, conoce muy bien el trabajo de todas las partes implicadas. "Los pescadores son los primeros que son conscientes de que para obtener una actividad sostenible necesitan esa gestión, y ellos son los que piden que exista esa gestión. En los stocks que nosotros controlamos, la gestión es muy buena y hay una colaboración muy buena en ese sentido", afirma.
El impacto del turismo es un caso diferente, porque ha cambiado mucho en muy poco tiempo. "Está creciendo mucho, que era algo que antes no ocurría. Todavía no tenemos infraestructuras y sistemas de control para evaluar, medir y controlar el impacto de ese turismo", dice Irigoien. "Pero también hay que reconocer que el impacto del turismo es muy localizado. Son unas playas que ya sabemos cuáles son y es en un espacio de tiempo muy reducido, porque no tenemos una temporada de sol de meses y meses. No somos Benidorm".
Ecos del interior
Por último, hay otra serie de factores que afectan al Cantábrico, pero que no se originan en la costa.
"Obviamente todo lo que pasa en tierra y que viene por los ríos al mar afecta", según Irigoien. Pero es optimista: "En agricultura, el uso de los fertilizantes está mucho más controlado, y el nivel de contaminación de los ríos, por un motivo u otro, también ha ido bajando. Ahora, también en el tema de los plásticos tenemos más conciencia. El impacto que hay desde tierra hacia el mar no voy a decir que es inexistente, existe y todavía se puede mejorar, pero ha habido una mejora respecto al pasado".
La conclusión es optimista, pero sin perder de vista la realidad. El mar Cantábrico es sensible a la actividad humana y no se va a recuperar la situación de hace unos cientos de años. En opinión de Irigoien, existen dos niveles: "Mientras que a nivel local estamos mejorando mucho y estamos mejorando nuestra gestión, el cambio que está ocurriendo a nivel global nos va a afectar".