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EITB DATA: La natalidad baja en Euskadi hasta el mínimo histórico desde 1941
En 2020 han nacido 14 721 niños y niñas, 697 menos que el año anterior, sin que se reflejen aún las consecuencias de la pandemia. Se tienen menos hijos e hijas y se tienen más tarde.
Olatz Prat | EITB Media
Euskaraz irakurri: EITB DATA: Jaiotzek behera egin dute Euskadin, 1941az geroztiko minimo historikoraino
La natalidad sigue bajando en Euskadi y registra, en el año 2020, mínimos históricos. Según EUSTAT, el pasado año nacieron en Euskadi 14 721 niños y niñas, 697 menos que el año anterior, lo que supone una bajada del 5,1% en la tasa de natalidad. Es la cifra más baja de nacimientos registrada desde 1941. Son 6000 niños y niñas menos que en 2008.
Por territorios Gipuzkoa ha registrado la menor bajada con 5020 nuevos nacimientos, 113 menos (-2,2 %) que en 2019, cuando registró 5133 nacimientos. Le sigue Bizkaia, con 7304 niños y niñas, 416 menos (-5,4 %) que los 7720 de 2019. La mayor bajada se ha registrado en Álava con 2397 nuevos nacimientos, 168 menos (-6,5 %) que el año anterior, en el que nacieron 2565 niños y niñas.
Destaca también, por tardía, la edad en la que las mujeres vascas tienen descendencia. Así el 35,2 % de las madres tienen entre 30 a 34 años, seguido de cerca por el de madres de 35-39 años, que conforman el 32,8 % de los nacimientos. La aportación del grupo de 25-29 años se sitúa en el 13,8 %. Las madres con edades por encima de 40 años (11,2 %) han superado a las menores de 25 años (7 %).
El 49 % de padres y madres en Euskadi tienen más de 35 años cuando tienen su primer hijo/a. Retrasar la edad de tener hijos/as por primera vez condiciona considerablemente la posibilidad de tener un mayor número de hijos/as. De media, las mujeres en Euskadi tienen 1,28 hijos.
La edad de la maternidad también varía si se considera la nacionalidad. De este modo, la edad media de las madres extranjeras es de 31,1 años, frente a los 34,3 años de las de nacionalidad española.
El 22 % de las mujeres que han sido madres en Euskadi en la primera mitad de 2020 son de nacionalidad extranjera. Esta cifra, además, es cada vez mayor y más relevante. Puede decirse que la migración ha rejuvenecido la sociedad vasca ya que los hombres y mujeres que vienen a Euskadi son, en su mayoría, jóvenes en edad fértil. Si no fuera porque los extranjeros vienen a Euskadi, la población sería más baja y más envejecida, y, por supuesto, nacerían menos niños.
Efectos de la pandemia en la natalidad
Aunque 2020 ha sido un año marcado por la pandemia, sus consecuencias no se aprecian todavía en las cifras de natalidad, ya que los nacimientos registrados hasta noviembre son previos a la pandemia, es decir, la concepción es anterior a cuando estalló la crisis sanitaria en marzo.
De todos modos, es más que previsible que el deterioro económico y del empleo que la sociedad vasca está sufriendo, además de la incertidumbre de no saber cuánto durará ni cuándo se terminará la situación de crisis, tenga un impacto negativo en los datos de natalidad de los próximos años. De hecho, las primeras estimaciones, teniendo en cuenta los nacimientos entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, apuntan a que la tendencia de pérdida en el número de nacimientos se agudizará, de 60 a 192 nacimientos menos al mes en Euskadi.
Se consolida la tendencia a la baja
Durante las últimas décadas la natalidad ha tenido notables variaciones como consecuencia de los cambios sociales, económicos y personales. Así, si el período comprendido entre 1975 y 1999 estuvo fuertemente marcado por cambios sociales, como la incorporación masiva de la mujer al empleo y nuevos y mejores métodos de control de natalidad, el año 2000 comenzaba la época del baby boom acompañado por el crecimiento económico y la recuperación del empleo, auge que duró hasta la gran crisis económica mundial del 2008.
Desde entonces hasta hoy, la natalidad ha ido bajando cada año. En cifras redondas, hablamos de que en 2020 han nacido 6000 niños y niñas menos (-30 %) que en el 2008, año en el que se registraron 21 315 nacimientos.
Menos hijos y más tarde
Pese a que en el 2014 se mejoró la economía y el empleo, la natalidad ha seguido cayendo. Esto se debe, por un lado, a una cuestión meramente demográfica, y es que las generaciones son cada vez más cortas y hay cada vez menos personas en época fértil (entre 25-40 años). Si en 2008 había 538 970 personas en la CAV que podían y querían tener hijos, en 2020 nos encontramos con que son 379 060 personas las que están en edad reproductiva y quieren tener hijos/as, casi un 30 % menos.
Esta cifra continuará, además, bajando, ya que el montante de personas de las generaciones salientes (las personas que ahora tienen 35-39 años) es mayor que el de las generaciones entrantes (25-29 años).
Por otra parte, se retrasa la edad en la que se tienen hijos/as, con lo que se acortan los años en los que poder procrear. Pero, ¿a qué se debe este retraso? Para dar respuesta a esta pregunta hay que tener en cuenta varios factores sociales, económicos y culturales.
Uno de los factores principales es la profunda crisis que golpeó la sociedad mundial y, por extensión, también la sociedad vasca hace ahora 10 años. A muchas de las personas que ahora están en edad fértil, les llegó la gran crisis en la edad en la que les correspondía incorporarse al mercado laboral, retrasando, por cuestiones evidentes como el acusado incremento del paro, la edad en la que lograron su primer trabajo.
Pasados 10 años, muchas de estas personas siguen teniendo problemas para lograr una mínima estabilidad laboral y económica. Contratos eventuales, condiciones precarias y sueldos bajos que se traducen en serias dificultades, si no en imposibilidad, para comprar o alquilar una vivienda donde poder asentarse y formar una familia.
A esto se le suma un mercado laboral muy competitivo que exige grandes niveles de formación y especialización (estudios superiores, másteres, idiomas). Esto hace que las y los jóvenes se vean obligados a prolongar su período formativo, con el consiguiente retraso en la incorporación al trabajo; evidentemente, la estabilidad y el proyecto de formar una familia también se retrasa o llega incluso a descartarse por completo.
También está el caso de muchos/as jóvenes que deciden retrasar voluntariamente la edad de ser padres/madres para poder viajar, ver mundo y vivir experiencias que serían difíciles de realizar teniendo hijos/as a su cargo.
Comparación con Europa
Euskadi tiene uno de los peores índices de natalidad en la comparativa con los países significativos (por tamaño, trayectoria y/o referentes de sociedades avanzadas), si comparamos el 1,28 de Euskadi con la media de 1,53 de la UE-27.
No obstante, ni la UE-27 ni los países seleccionados alcanzan las/os 2 hijas/os por mujer, por lo que ninguno consigue el reto de mantener la natalidad por encima de los 2,1 puntos, la cifra mínima considerada para mantener la población. Francia es la que más se acerca, y aún así, se queda en el 1,86. Le siguen Suecia (1,71), Alemania (1,54) o Portugal (1,43). Navarra se sitúa en al 1,40. Italia (1,27) y España (1,24) tienen índices de fertilidad aún más bajas que Euskadi.