Sociedad -
Iparralde
Cerca de 200 personas protestan en Baiona contra el proyecto de ley de seguridad
Se han concentrado frente al Ayuntamiento de la capital labortana para expresar su indignación por lo que consideran "medidas liberticidas".
eitb.eus
Euskaraz irakurri: Ia 200 pertsonak segurtasun legearen aurka protesta egin dute Baionan
Una vez más, cientos de ciudadanos se han movilizado contra el proyecto de ley de seguridad del Gobierno francés en Baiona. Como en los dos sábados anteriores, el llamado proyecto de ley de "seguridad integral", aprobado en primera lectura por la Asamblea Nacional, sigue cristalizando oposición.
Este es particularmente el caso de Baiona donde, este sábado a primera hora de la tarde, cerca de 200 personas se han concentrado frente al Ayuntamiento para expresar su indignación por lo que consideran "medidas liberticidas", según detalle el diario Sud Ouest.
Varios funcionarios electos de Iparralde y representantes de partidos de izquierda se han unido para exigir la derogación del proyecto de ley, la renuncia del ministro del Interior, Gerald Darmanin, y la destitución del jefe de Policía de París, Didier Lallement.
La protesta contra la ley ha proseguido este sábado en casi 90 ciudades del Estado francés, pese a que el Ejecutivo anunció su intención de reformar los aspectos más polémicos del proyecto.
Las manifestaciones se han unido en esta ocasión con otras convocadas por los sindicatos contra la precariedad creciente en el empleo.
Los convocantes consideran que no es suficiente el anuncio del Gobierno de retirar el artículo 24 de su ley, que controlaba la grabación y difusión de imágenes de fuerzas del orden, al igual que la denominada ley mordaza en España, lo que fue considerado como un ataque a la libertad de prensa y de expresión.
El Ejecutivo anunció el pasado miércoles que ese artículo será totalmente revisado y el presidente, Emmanuel Macron, aseguró este viernes que en su nueva formulación no estará prohibido grabar y difundir imágenes de policías y gendarmes.
Pero los convocantes mantienen la presión porque no se fían de la nueva redacción y exigen la retirada total de una ley que comienza su trámite parlamentario.