Sociedad -
Violencia machista
Perros de asistencia, un apoyo para la autoconfianza de mujeres maltratadas
La víctima de violencia machista Silvia González, residente en Navarra, ha destacado el importante papel que ha jugado su perra, tras los 18 años en los que sufrió el maltrato de su pareja.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Laguntza txakurrak, tratu txarrak jasaten dituzten emakumeen autokonfiantzarako bide
Los perros de asistencia son un recurso poco conocido, pero que puede resultar fundamental para que la mujer que ha sufrido la violencia machista recupere su autoconfianza y se sienta más segura y protegida para volver a desarrollar una vida normalizada.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este miércoles, la víctima de violencia machista Silvia González Pascual, residente en Navarra, ha destacado el importante papel que ha jugado su perra Sugui en este proceso de recuperación tras los 18 años en los que sufrió el maltrato de su pareja cuando vivían en Girona.
Silvia sufrió palizas, quemaduras, violaciones, insultos y vejaciones por parte de su pareja y tampoco sus dos hijos se libraron del maltrato. "Así durante 18 años", ha relatado.
Esta víctima de maltrato llegó a perder la custodia de sus hijos, que quedaron bajo la protección de la Generalitat de Catalunya, porque "decían que era sumisa a mi maltratador, pero es que tampoco tenía a dónde ir, tampoco tenía el apoyo de nadie y tampoco es fácil contárselo a alguien".
El maltratador fue condenado a ocho años de prisión, pero tampoco entonces terminó el acoso. Hizo a Silvia desde la cárcel 165 llamadas de teléfono y trató de contactar con ella y con su hija por las redes sociales. "Era un sinvivir", ha afirmado.
Al salir de la cárcel, el hombre estuvo en libertad dos años que "fueron un martirio", ha dicho Silvia, ya que el agresor rompió 14 pulseras telemáticas, continuó haciendo llamadas de teléfono e incluso "me ha llegado a amenazar de muerte, me ha dicho que, si no soy para él, no soy para nadie".
Una nueva condena de dos años le ha mantenido de nuevo alejado de la víctima, pero su fecha de salida definitiva de prisión es el 21 de febrero. Y en ese momento "yo sé que vendrá", ha destacado Silvia, que ha asegurado que teme por su vida, pero "en lo que pienso más es en mis hijos, en qué va a ser de ellos si a mí me pasa algo. No estoy tranquila".
A las mujeres maltratadas, ha aseverado, los perros de asistencia "nos ayudan a salir a la calle, te hacen ser tú misma, sentirte segura, sentirte mujer, es una pasada. Este animal lo que ha hecho es sentirme libre, poder ir a trabajar, poder irme con mis amigas a tomarme un café, poder ir a algún sitio a comprar, es una libertad que nos dan".
Silvia ha reclamado un cambio legal para que se permita a las mujeres víctimas de violencia machista el acceso a lugares públicos con sus perros. "Lo único que pido es vivir, tanto yo como otras mujeres, porque, si tenemos que esperar que la justicia, los políticos o la policía nos ayuden, nos podemos dar por muertas", ha apuntado.
No todos los perros valen para las mismas personas, ha explicado uno de los adiestradores del club: "Si es una mujer muy activa, una persona joven, que le gusta mucho el monte, los paseos, hacer mucha actividad física, igual es más conveniente un pastor belga, que tiene más nivel de energía", pero, "si es una mujer un poco más tranquila, posiblemente sea mejor un pastor alemán".