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Coronavirus
El uso de mascarillas seguirá siendo obligatorio tras el estado de alarma
Así lo establece el borrador del decreto para la nueva normalidad que el Gobierno de España tiene previsto aprobar el próximo martes, 9 de junio.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Alarma-egoera amaituta ere, maskara erabiltzea derrigorrezkoa izango da
El Gobierno de España establecerá el uso obligatorio de mascarillas más allá de la finalización de la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus, que concluirá el próximo día 21 de junio, según detalla el borrador del decreto para la nueva normalidad que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene previsto aprobar en el Consejo de Ministros del próximo martes, día 9.
El texto, que está siendo consensuado con los Gobiernos de las comunidades autónomas, recoge la competencia exclusiva de las comunidades autónomas para "la adopción, supresión, modulación y ejecución" de medidas correspondientes a la fase 3, "salvo para las medidas vinculadas a la libertad de circulación que excedan el ámbito de la unidad territorial determinada" para cada una de ellas. Además, los Gobiernos autonómicos decidirán si se da por superada esta última etapa del plan de transición, "con arreglo a criterios sanitarios y epidemiológicos".
A través de una disposición final, el decreto modifica la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud para habilitar al Ministerio de Sanidad a adoptar las medidas necesarias para coordinar actuaciones en materia de salud pública sin necesidad de contar con el acuerdo previo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en casos de urgente necesidad.
El borrador del decreto establece el uso obligatorio de mascarillas para mayores de seis años en espacios cerrados de uso público, cuando no se pueda garantizar el mantenimiento de la distancia de seguridad, así como en medios de transporte "aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, y en los transportes públicos de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor". En el caso de buques y embarcaciones, aclara, no será necesario "cuando se encuentren dentro de su camarote".
Quedarán exentas "las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla. También aquellas que presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización", así como en los supuestos de fuerza mayor, situación de necesidad, o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
A este respecto, prevé sanciones para quienes incumplan las medidas de prevención y las obligaciones establecidas en los términos previstos por la Ley General de Salud Pública. En concreto, saltarse la obligación de uso de mascarillas se considerará una infracción leve que podrá sancionarse con una multa de hasta 100 euros.
En este sentido, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se ha mostrado partidario de que se mantenga hasta el próximo otoño el uso obligatorio de mascarillas, para evitar el contagio por coronavirus, hasta ver "si hay nuevas olas".
"Veremos cómo queda la versión final, que no depende solo de un Ministerio, sino de muchos", ha detallado Simón, al explicar que la norma, como tendrá validez cuando haya terminado el estado de alarma, se tiene que consensuar con muchos organismos e instituciones.
Centros de trabajo, docentes y hospitales
En los centros de trabajo, la dirección de la empresa deberá adoptar medidas de limpieza y desinfección adecuadas, poner a disposición de los trabajadores agua y jabón, o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad para la limpieza de manos, y adaptar la ordenación de los puestos de trabajo, la organización de los turnos y las condiciones de trabajo, de forma que se garantice el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal mínima de entre 1,5 y 2 metros. En caso de que esto no sea posible, deberá proporcionarse a los trabajadores equipos de protección adecuados al nivel de riesgo.
Igualmente, se establecerán medidas para evitar la coincidencia masiva de personas, tanto trabajadores como clientes o usuarios, en los centros de trabajo, durante las franjas horarias de previsible mayor afluencia.
En el supuesto de personas que presenten síntomas compatibles con COVID-19, estas no deberán acudir al centro de trabajo, y contactarán de inmediato con el teléfono habilitado para ello por la comunidad autónoma o el centro de salud correspondiente, y, en su caso, con los correspondientes servicios de prevención de riesgos laborales.
En el caso de los hospitales, se deberá garantizar la disponibilidad de los materiales de protección necesarios en las ubicaciones pertinentes, la limpieza y desinfección de las áreas utilizadas, y la eliminación de residuos, así como el mantenimiento adecuado de los equipos e instalaciones.
Los centros docentes, a su vez, estarán obligados a garantizar "las normas de desinfección, prevención y acondicionamiento".
Sin profundizar más en la materia, el borrador se limita a recoger que, en cualquier caso, será obligatorio evitar aglomeraciones, y garantizar que se mantenga una distancia de seguridad. Cuando no sea posible, se requerirá establecer "las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio".
Las medidas de prevención e higiene también serán obligatorias en el caso de viviendas tuteladas, centros residenciales de personas con discapacidad y de personas mayores. En particular, señala el borrador, se velará "por que las visitas y los paseos se desarrollen en condiciones que permitan en todo momento prevenir los riesgos de contagio", y contar con planes de contingencia ante cualquier rebrote.
Más medidas
Para los centros comerciales, el borrador establece también normas de aforo y desinfección, con especial atención "a las particularidades de los centros y parques comerciales y de los mercados que desarrollan su actividad en la vía pública al aire libre o de venta no sedentaria, comúnmente denominados mercadillos".
En el caso de hoteles y alojamientos turísticos, señala el borrador, además de las medidas comunes, el texto establece una especial atención a las zonas comunes para garantizar la distancia social. Para equipamientos culturales, espectáculos públicos y otras actividades recreativas, así como instalaciones deportivas, serán obligatorias las normas generales de higiene y distancia.
En cuanto al transporte público de viajeros ferroviario y por carretera de servicio público, el borrador recoge la obligatoriedad de los operadores de ajustar los niveles de oferta de plazas, para evitar aglomeraciones y cumplir con la distancia de seguridad.
"Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, el titular de la Dirección General de Transporte Terrestre podrá adecuar la oferta de tales servicios para garantizar su correcto funcionamiento, cuando existan razones de interés general que así lo aconsejen", señala.
En el caso de los operadores de transporte aéreo y terrestre interprovinciales y en el de transporte marítimo con número de asiento preasignado, se deberá recabar información para contacto de todos los pasajeros y conservar los listados un mínimo de cuatro semanas con posterioridad al viaje, que se deberá facilitar a las autoridades, si así lo requieren.
Para el transporte marítimo, indica además que el director general de la Marina Mercante podrá modular los niveles de prestación de servicios y ordenar, a propuesta del Ministerio de Sanidad, "la adopción de las medidas sanitarias que procedan para el control de los pasajeros de los buques de pasaje de trasbordo rodado y buques de pasaje, incluidos los de tipo crucero, que realicen viajes internacionales y naveguen por aguas del mar territorial con objeto de entrar en los puertos españoles abiertos a la navegación internacional".