Sociedad -
El domingo en '360º'
'Han sido 7 años de escoltas, con mis hijos privados de libertad'
Itziar Loinaz cuenta este domingo, a las 22:15 en ETB2, su experiencia tras el asesinato de su hijo por parte de su exmarido, que fue condenado por asesinato a 19 años de prisión.
M.G | redacción
Euskaraz irakurri: 'Zazpi urtez bizkartzainekin bizi izan gara, seme-alabek ez dute askatasunik izan'
Los hijos son víctimas directas de la violencia machista, sufren en el día a días las consecuencias de esta lacra, incluso en sus propias carnes. Este domingo, a las 22:15, en ETB2, el programa 360º aborda este tema, con entrevistas a personas que han sufrido esta violencia en persona.
Entre las víctimas que ofrecerán su testimonio en el programa se encuentra Itziar Loinaz, madre de Julen Serrano, el niño donostiarra de 13 años que fue asesinado por su padre tras un proceso de divorcio.
Loinaz recuerda que la pesadilla comenzó en 2011, cuando decidió romper la relación por la adicción al juego que tenía su marido. Fue ella quien le presentó los papeles del divorcio: "Él se lo tomó muy mal. En el momento que le di el papel, rompió el móvil. Salió del restaurante (que regentaba) y me dijo que a la noche me esperaba en casa".
Más tarde, el 1 de diciembre, Itziar Loinaz se despidió de su hijo como un día cualquiera, pero ya no lo volvería a ver nunca más. Al mediodía recibió una llamada de su exsuegra para decirle que no localizaba a su hijo. Fue cuando "su padre se lo llevó a casa y allí terminó con él". Loinaz admite que, aunque supiera que "los niños no le importaban mucho", "no había pensado que podía llegar a hacer algo así".
A partir de ese día, los años siguientes fueron un calvario para la madre de Julen, ya que no podían salir a la calle sin la compañía de los escoltas: "Fueron siete años de escoltas, con mis hijos privados de libertad. Privados de hacer cosas que tenían y debían hacer como niños".
Tras esos 7 años que pasaron entre juicios y recursos, Luis Serrano fue condenado a 19 años de prisión por el asesinato de su hijo, y actualmente pueden salir a la calle con total libertad. Ahora, Loinaz y sus hijos intentan "vivir el día a día", intentando cerrar el capítulo de Julen, pero sabiendo que no lo lograrán "nunca".