Sociedad -
Caso Cabacas
Exdirectora de Arkaute: 'Las escopetas se disparan en rebote, nunca de forma directa'
Elena Moreno ha afirmado que a los agentes se les instruye con la premisa de buscar "no hacer daño a nadie". Ha dicho que los agentes de un dispositivo responden a las órdenes de su mando "natural".
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Arkautiko zuzendari ohia: 'Eskopetekin errebotean tiro egiten da, sekula ez zuzenean'
La que fuera directora de la Academia de la Ertzaintza en Arkaute (Álava) cuando murió Iñigo Cabacas tras recibir el impacto de una pelota de goma en la cabeza, Elena Moreno, ha señalado que, según la instrucción que reciben los agentes, las escopetas siempre se disparan "en rebote" y "nunca" de forma directa.
Moreno, hoy viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, ha testificado en la cuarta sesión del juicio a seis miembros de la Ertzaintza por un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional durante el operativo del 5 de abril de 2012 tras el partido que enfrentó al Athletic y al Schalke 04 en San Mamés, cuando Cabacas cayó fatalmente herido durante una carga policial.
En su testimonio, la exdirectora de Arkaute ha defendido la formación de los agentes de la Ertzaintza para hacer frente a desórdenes públicos y ha explicado que la distancia mínima para disparar una escopeta con pelotas de goma se sitúa, en función del ajuste de la bocacha, entre 25 y 50 metros (35 metros de media).
Las escopetas "siempre" se disparan "en rebote" y "nunca" de forma directa, ha señalado Moreno, quien ha afirmado que a los agentes se les instruye con la premisa de buscar "no hacer daño a nadie".
Ha explicado también que los agentes integrantes de un dispositivo responden a las órdenes de su mando "natural" y éste a su vez responde ante el responsable del operativo.
Moreno ha señalado que, según recogían los manuales que estaban accesibles para todos los agentes de la Ertzaintza, la respuesta policial ante fenómenos de masas debe ser "proporcional" en relación a los hechos y "no indiscriminada".
Entre los trece testigos que han declarado hoy, se encontraban dos jóvenes que resultaron heridos esa noche en una pelea previa a la llegada de la Ertzaintza y que avisaron a los servicios de emergencia de la agresión que habían sufrido por parte de varias personas.
Uno de ellos acabó "ensangrentado", con roturas en pómulo y nariz, de las que tuvo que ser intervenido en dos ocasiones. El otro, en un testimonio con contradicciones, ha relatado que cuando llegaron los ertzainas y se dirigió a ellos para denunciar la agresión, los agentes dispararon y tuvo que salir corriendo.
"Fue una carga brutal, excesiva, sin ningún tipo de control" en un lugar en el que había un ambiente festivo, de celebración por la victoria del Athletic, ha relatado otro de los testigos, quien ha asegurado que los agentes portaban la escopeta en posición horizontal.
Los testigos que se encontraban en el lugar de los hechos aquella noche han coincidido en que las cargas policiales se produjeron sin escucharse aviso previo por parte de los ertzainas.
"Disparaban a dar", ha asegurado un joven, quien recibió "dos porrazos" y cayó al suelo por parte de un agente cuando trataba de indicarle la necesidad de llamar a una ambulancia porque había un joven herido en el suelo.
Este testigo, según ha contado, estuvo cuatro meses de baja por las lesiones que sufrió debido a la actuación policial, por las que fue indemnizado con 12.000 euros, según ha dicho.
"Disparaban en horizontal", ha insistido otro joven, una de las personas que atendió a Cabacas tendido en el suelo: "Sangraba por detrás de la cabeza" y "empezó a convulsionar", ha dicho.
"Nos asustamos" y volvimos a interpelar a los agentes", pero "pasaba el tiempo" y la ambulancia no llegaba, ha contado. Otra joven lo ha confirmado: Cuando se pidió asistencia sanitaria "no se hizo caso".
Según algunos testigos, en el callejón alguien lanzó a los ertzainas algún objeto de forma aislada -"un par de cachis", en palabras de alguno-, "nada que justificase la carga posterior".
En la cercana calle de Licenciado Poza, sí había encapuchados volcando contenedores y lanzando objetos, según ha contado un joven.
En el callejón, se vivieron momentos "de pánico" y un "caos total", según un amigo de Cabacas, que ha insistido en que "no había motivos" para la carga policial.
También ha declarado hoy un integrante de la ambulancia que se desplazó al lugar y que dio una vuelta a la zona por no considerarla "segura" ya que aunque cuando llegó el vehículo sanitario la Ertzaintza no disparaba, "había gente tirando cosas", ha contado. Fue un ertzaina quien después les fue a buscar porque había un herido en el callejón.