Sociedad -
Tercera sesión del juicio
Profesores de Gaztelueta ven 'imposible' que se produjeran abusos en el despacho
En la sesión de este lunes han prestado testimonio cuatro profesores y tres exalumnos de Gaztelueta. Los docentes han señalado que el despacho del acusado se encuentra en una zona de mucho tránsito.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Gazteluetako irakasleek diote 'ezinezkoa' dela esandako bulegoan sexu-abusurik egitea
Profesores y exalumnos del Colegio vizcaíno de Gaztelueta, en el que uno de cuyos antiguos estudiantes ha denunciado sufrir abusos sexuales, han asegurado que el despacho donde supuestamente se produjeron era frecuentemente transitado. En este sentido, uno de los docentes ha afirmado que, por el "continuo" paso de gente, es "imposible" que se produjeran los hechos denunciados en ese lugar porque "es como si ocurrieran en la Gran Vía a las 11:00 horas".
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido este lunes la tercera sesión de este juicio por presuntos abusos cometidos durante los cursos 2008-2009 y 2009-2010, cuando el exalumno contaba con 12 y 13 años de edad, por parte del que entonces era su profesor.
El acusado se enfrenta a una petición de pena por parte del Ministerio Fiscal de tres años de prisión, así como una indemnización de 40.000 euros para la víctima, que tiene ahora 22 años. Por su parte, la acusación particular solicita diez años de cárcel y prohibición de acercamiento. La defensa pide la absolución.
En la sesión de este lunes, han prestado testimonio cuatro profesores y tres exalumnos de Gaztelueta. Los docentes han coincidido en señalar que el despacho del acusado, donde el joven denuncia que se cometieron abusos, se encuentra en una zona de tránsito y, además, era frecuentado por profesores y alumnos.
En este sentido, uno de los docentes, ha recordado que los trabajadores hicieron, tras conocerse la denuncia, un comunicado en el que concluían que "era imposible" que los hechos relatados se desarrollaran ese despacho.
En cualquier caso, los profesores que han declarado han afirmado que nunca entraron en el despacho y encontraron en sesiones de preceptuación al joven denunciante y al acusado.
Sin cerrar con llave
Los docentes han explicado que todo el profesorado contaba con llave para abrir la puerta, que no se solía cerrar con llave y no tiene pestillo, y que desconocen si se puede o no cerrar con llave por dentro.
También han asegurado que la duración de las preceptuaciones "depende de cada chico", en función de las "necesidades" o "problemas" que tenga el alumno. En el caso del denunciante, han apuntado que faltaba a clase "con más frecuencia de lo habitual". Así, los profesores han afirmado que no tenían constancia de posible acoso escolar o abuso sexual.
El que fuera entrenador de fútbol del chico, también profesor del colegio, ha relatado que solía faltar "muy a menudo" a los entrenamientos y también a partidos porque era "delicado de salud".
Salía con más frecuencia
Por otro lado, han prestado testimonio tres exalumnos de Gaztelueta, preceptuados en aquella época por el acusado y dos de ellos compañeros de clase del denunciante. Todos ellos han asegurado que nunca fueron testigos de acoso ni abuso. Asimismo, han indicado que el acusado hacía bromas "a todos" los estudiantes durante las clases y han considerado que no humillaba a su excompañero en el aula.
Los jóvenes han reconocido que el chico sí era llamado a las preceptuaciones más a menudo que ellos y con mayor duración, algo que, para uno de ellos, "parecía raro" porque. "si al resto nos sacaba una vez al mes o dos, a él cuatro o tres veces más". Otro de los compañeros, sin embargo, ha opinado que le parecía "normal" porque "faltaba mucho a clase".
Los antiguos estudiantes han indicado que, en el despacho donde se efectuaban estas sesiones, "se entraba y salía constantemente" por parte de profesores y alumnos. Además, han indicado que la puerta solía estar cerrada, pero no con llave durante las sesiones.
Los jóvenes han asegurado que el acusado no abusó nunca de ellos y han indicado que su excompañero no les comentó nunca nada de lo sucedido, si bien uno de ellos ha admitido que era "un chico bastante reservado" que no solía "contar de lo que pensaba".