Sociedad -
Juicio en Vitoria
Los padres del asesino confeso de la bebé Alicia dicen que 'oía voces'
Asimismo, han afirmado que nunca recibió tratamiento psiquiátrico ni psicológico, pese a que tenía "ideas incoherentes". Una expareja ha dicho que tenía "problemas con el sexo".
Agencia | Redacción
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Los padres de acusado de matar a la bebé Alicia en 2016 en Vitoria-Gasteiz han asegurado que el presunto asesino sufría "delirios" y "oía voces", aunque nunca recibió tratamiento psiquiátrico por los mismos. Por su parte, una expareja del joven lo ha definido como a un "chico normal", pese a que en ocasiones "se le iba la olla" y tenía "problemas con el sexo", dado que era "insaciable".
La determinación del estado psicológico del acusado tanto en lo que se refiere a sus supuestos delirios como a una posible obsesión sexual, puede resultar determinante para el resultado del juicio, dado que la defensa del acusado alega que cuando lanzó a la bebé por la ventana de su piso estaba "enajenado", mientras que la madre de la niña dice que la mató porque ella no había accedido a mantener relaciones sexuales con él.
El hombre, que en el momento de los hechos tenía 30 años, se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable por el asesinato de la bebé Alicia, de 17 meses de edad, y por tentativa de homicidio contra su madre Gabriela, que cuando se produjo el trágico suceso tenía 18 años. La defensa, por su parte, solicita que se aplique la eximente completa por enajenación mental.
Este joven había conocido a la madre de la bebé a finales de 2015; y en el momento de los hechos, en la madrugada del 25 de enero de 2016, se encontraba junto a ella y la niña en un piso de Vitoria, al que la había invitado para pasar la noche.
La Sección Penal de la Audiencia Provincial de Álava ha acogido este jueves la tercera sesión del juicio por este trágico suceso, en la que se ha llamado a declarar al padre y la madre del acusado, así como a su expareja, con la que mantuvo una relación de seis meses durante 2015.
Por su parte, la expareja ha definido al presunto asesino de la bebé Alicia como a un "chico normal", aunque ha reconocido que en alguna ocasión "se le fue la olla". Uno de esos episodios se produjo cuando, después de haber tomado unas cuatro copas y fumado marihuana, ambos jóvenes regresaron a la vivienda del hombre y, allí, el acusado "se volvió loco".
La joven ha explicado que, en un momento dado, Daniel se puso a chillar que "se le había metido el diablo", y que empezó a arrastrarse por el suelo, con la mirada "perdida". Aunque trató de ayudarlo y le dijo qué podía hacer por él, Isone acabó por irse del piso, ya que sintió "miedo".
La testigo ha explicado que el acusado no era una persona "agresiva", pero que en el ámbito de las relaciones sexuales "le gustaba sentir el dominio sobre las mujeres". La expareja ha explicado que el joven le reconoció que tenía otras parejas, una de ellas menor de edad, y que incluso le pidió "ayuda", porque él mismo "sabía que tenía un problema con ese dominio de la mujer en el sexo".
Por otra parte, ha manifestado que aunque el acusado bebía alcohol y fumaba marihuana, su consumo de estas sustancias no era "excesivo", y que se trataba de una persona que "adoraba a los niños".
El padre y la madre del acusado lo han definido como a una persona "muy reservada" y que, ya desde niño, en ocasiones decía que "oía voces". También han afirmado que fue objeto de acoso por parte de algunos compañeros de colegio. El padre incluso ha afirmado que "sospecha" que pudo sufrir abusos sexuales en un campamento, pese a que nunca pudo confirmarlo.