Uno de los acusados reconoce que no hubo 'consentimiento verbal' de la víctima

El juicio por la violación grupal a una mujer en los sanfermines de 2016 acogió el miércoles una jornada clave, ya que fue el turno del interrogatorio a los cinco acusados. Ante el juez, uno de ellos reconoció que no hubo "consentimiento de palabra" por parte de la víctima. Y aunque los cinco resaltaron que sí hubo consentimiento, aclararon cómo se produjo.

Los acusados se declararon inocentes y aseguraron que se trataron de relaciones sexuales consentidas por la joven y que ella participó activamente. Sin embargo, sus testimonios entran en contradicción con los vídeos que ellos mismos grabaron, ya que en ellos se ve a la joven en estado de shock, "con los ojos cerrados y en actitud pasiva", tal y como han declarado los peritos durante el juicio.

Sus declaraciones también se contradicen con la investigación del juez instructor y los testimonios de la víctima, los testigos y los peritos durante el juicio.

"Mienten como bellacos", señaló el abogado de la víctima, Carlos Bacaicoa, antes del inicio de la sesión de tarde.

El letrado explicó que la versión de los acusados queda "absolutamente desdicha por los vídeos" de la agresión: "Lo que ellos cuentan no tiene nada que ver con lo que se ve en los vídeos".

El letrado indicó que los inculpados, en su declaración de ayer por la mañana, mantuvieron que la chica estaba "de acuerdo" en mantener relaciones pero que "en absoluto" pudieron demostrarlo.

El abogado indicó que los imputados afirmaron que la joven dijo que "podía con dos y con cinco", pero que esa es "una mentira de las más burdas que han dicho",  subrayó. "Hay una cosa clarísima por la que se ve que nunca dijo esa frase: ella siempre habló de cuatro agresores", puntualizó.

Por su parte, el abogado Agustín Martínez Becerra, que defiende a tres de los cinco acusados, aseguró que, aunque no haya habido consentimiento verbal por parte de la víctima, "hay otras formas de consentir".

Martínez Becerra dijo que sus clientes están "tensos" porque se juegan 25 años de cárcel, y calificó de "puntilloso" el interrogatorio de la fiscal.

Por otro lado, el guardia civil procesado declaró que robó el móvil de la denunciante "por avaricia", que fue "un fallo" y, según los abogados de la denunciante, lo tiró tras ser identificado en la plaza de toros de Pamplona y antes de ser detenido junto a los otros cuatro acusados.

Bacaicoa explicó que en su declaración ante el tribunal, este imputado argumentó que "tiene por costumbre grabar y luego borrarlo".

La concentración ante el Palacio de Justicia obliga al tribunal a hacer un receso

Los gritos proferidos por el medio millar de personas concentradas a mediodía ante el Palacio de Justicia de Pamplona, obligaron al tribunal a hacer un receso de media hora en la vista.

Los concentrados, convocados por las asociaciones Lunes Lilas y Andrea, portaban una pancarta con la frase "¡No es no!, ¡Justicia!" en castellano y euskera y carteles con lemas como "Juicio a los imputados, no a las víctimas" y "La violencia sexual es violencia machista".

Las componentes del colectivo Lunes Lilas Eloisa Urritikoetxea, Lorea Irisarri y Nekane Merino leyeron un comunicado en el que criticaron que el tribunal aceptara como prueba documental el informe de los detectives, que exista "un sistema judicial machista que cuestiona la versión de la víctima" y juzgue "su vida posterior a un proceso traumático como es una violación".

Turno para dos detectives y un policía municipal

Este jueves está previsto que declaren un joven con el que habló la joven denunciante cuando se encontraba con los cinco acusados, un policía municipal que tomó declaración a la mujer y dos detectives que elaboraron un informe.

Las defensas han renunciado a la declaración de cuatro amigos de Sevilla de los acusados y a la de la ginecóloga que atendió a la mujer al entender que la testifical de la última es "absolutamente innecesaria".

 

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