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Explicación
¿Por qué se producen tantos terremotos en Navarra?
El terremoto con mayor intensidad registrado hasta la fecha en Navarra ocurrió hace 104 años. El sismo, de 5,5 grados en la escala Richter, se pudo sentir en Pamplona.
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Euskaraz irakurri: Zer dela eta gertatzen dira hainbeste lurrikara Nafarroan?
El interior de la Tierra está en continuo movimiento, aunque en la superficie apenas sea perceptible. No obstante, cuando se produce un movimiento brusco de las placas tectónicas se producen terremotos, que pueden ocasionar graves daños. El norte de Navarra se sitúa en la segunda zona más peligrosa de la península, solo por detrás de Granada y Murcia, los puntos con mayos sismicidad.
Los terremotos son habituales en el norte de Navarra por las fallas de los Pirineos. Hace aproximadamente 40 millones de años se formo la cadena montañosa conocida como el Pirineo, tras la colisión entre las placas Ibérica y Europea.
En ese entorno, la tierra está fragmentada en pequeños pedazos, separados por fallas, que aguantan la tensión que ocurre bajo tierra. De vez en cuando, esa tensión se libera y se producen terremotos, aunque la gran mayoría son de pequeña intensidad y no son perceptibles.
El terremoto con mayor intensidad registrado hasta la fecha en Navarra ocurrió hace 104 años. En concreto, el sismo de 5,5 grados en la escala Richter se produjo el 10 de marzo de 1903, y su temblor se pudo sentir dentro del área metropolitana de Pamplona/Iruña.
Antonio Aretxabaleta, uno de los geólogos que más ha investigado sobre los terremotos, explica que en aquella época Pamplona era una comarca de 30.000 habitantes, donde la mayoría vivía en caseríos. Con el paso del tiempo, se ha seguido edificando sin tener en cuenta aspectos tan importantes como la sismicidad o la inundabilidad.
A la sequia de finales de 2012 le siguieron importantes precipitaciones, y este cambio se manifestó a través de terremotos. Hay una época vulnerable, que abarca desde el siglo XX hasta finales de los años 60 en los que se emplearon materiales vulnerables ante los terremotos. Se trata de elementos no estructurales, como las cornisas o las chimeneas.
Aretxabaleta destaca que hay diferentes estudios que hablan sobre la sismicidad en Navarra. “El sector geológico minero califica los terremotos de intensidad baja o moderada, mientras que otros estudios franceses aseguran que la intensidad es significativa”, señala Aretxabaleta.
De cualquier forma, en los últimos años se ha registrado una bajada importante en la recurrencia de los terremotos.