Sociedad -
Islamofobia
El Gobierno francés, a favor de prohibir el 'burkini'
Tres ayuntamiento han prohibido ya el uso de esta prenda, y una cuarta estudia hacerlo.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Frantziako Gobernua, burkinia debekatzearen alde
El Gobierno de Francia ha defendido la decisión de los ayuntamientos de tres localidades costeras de prohibir en sus playas el uso del 'burkini', una alternativa musulmana al bañador, pero ha pedido a los alcaldes implicados que traten de suavizar las tensiones entre comunidades.
Los ayuntamientos de tres localidades francesas situadas en la costa mediterránea --Cannes, Villenueve-Loubet y Sisco, en la isla de Córcega-- han prohibido el uso del 'burkini' en sus playas, y el pueblo de Le Touquet, situado en la costa atlántica, está planeando hacer lo mismo.
Los alcaldes defienden la medida, ya que alegan que el controvertido traje de baño, que solo deja expuestos los pies, las manos y la cara, desobedece la ley francesa, que impone el laicismo.
El debate sobre el 'burkini' es un tema especialmente espinoso en Francia, debido a los numerosos atentados que han perpetrado terroristas islamistas en los últimos meses.
La ministra socialista para los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, ha declarado que la prohibición del 'burkini' no tiene nada que ver con el terrorismo y que la apoya. "El 'burkini' no es un nuevo modelo de bañadores, es la versión de playa del burka y sigue la misma lógica: tapar el cuerpo de las mujeres para poder controlarlas", ha explicado Rossignol.
Francia, que alberga a la comunidad musulmana más grande de Europa --unos cinco millones de personas-- prohibió en 2010 llevar hijabs que cubriesen la cara entera y el burka en público.
El Colectivo Contra la Islamofobia en Francia (CCIF) ha presentado una denuncia este martes contra las prohibiciones frente al Consejo de Estado y se espera que la decisión de esta institución sea publicada en los próximos días.
El portavoz del CCIF, Marwan Muhammad, ha declarado que la prohibición del 'burkini' supone una restricción de los derechos fundamentales de los ciudadanos y que discrimina a las mujeres musulmanas. "Este verano estamos siendo testigos de una islamofobia histérica y política que ponen a los ciudadanos uno contra el otro", ha dicho.