Sociedad -
Siete detenidos
Un exertzaina, entre los detenidos en la red de pornografía infantil
Se trata de un exagente que abandonó la Ertzaintza hace años y que tiene antecedentes por casos de pedofilia. Están acusados de forzar a 80 menores a producir porno y distribuirlo.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Ertzaintzako agente ohia da haur pornografia sarean atxilotuetako bat
Un exagente de la Ertzaintza que abandonó el cuerpo policial hace años y que tiene antecedentes por casos de pedofilia es uno de los 7 arrestados en una operación que ha permitido desarticular una red de distribución de pornografía infantil, según fuentes cercanas al caso consultadas por Efe.
Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detenido a 7 personas, una de ellas en Barakaldo (Bizkaia), en una operación conjunta que ha permitido desmantelar una red acusada de forzar a unos 80 menores en 15 años para producir vídeos de pornografía infantil y distribuir más de un millón de archivos en todo el mundo.
La red que ha sido desarticulada está acusada de forzar en quince años a unos 80 menores para producir vídeos y fotografías de pornografía infantil y distribuir más de un millón de archivos en todo el mundo.
El 29 de mayo de 2015 los Mossos d'Esquadra detuvieron a tres personas en un piso de Tortosa e intervinieron gran cantidad de archivos de pornografía infantil. El juez envió a la cárcel a los tres arrestados. Finalmente, entre el 7 y el 25 de julio pasado se practicaron otros cuatro arrestos en Cubelles (Barcelona), Valencia, Xàbia y Barakaldo. Los cuatro detenidos, de los que tres tenían antecedentes por hechos parecidos, han ingresado en prisión provisional.
La mayoría de los archivos de pornografía infantil que difundía la red eran producidos por el propio grupo a través de la captación y explotación sexual de menores que se encontraban en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa (Tarragona), Valencia y Marruecos.
Además, la red también obtuvo y produjo imágenes de pornografía infantil en viajes realizados entre los años 2000 y 2015 en países como Sri Lanka, Túnez, Camboya, Laos, Tailandia, Singapur, República Checa, Kenia, Francia, Java y Bali.
Los Mossos y la Guardia Civil han podido constatar la existencia de al menos 80 menores víctimas de esta red, de los que 29 han podido ser plenamente identificados. Una de las principales dificultades de los investigadores fue identificar a las víctimas, ya que muchos de ellos vivían en entornos marginales y en países del tercer mundo.