Sociedad -
Entrevista en ETB
Izaro Antxia rompe barreras este domingo
La portugaluja Izaro Antxia se convertirá en la primera mujer transexual en España que dispute un encuentro oficial de fútbol sala.
Maider Beistegi | EITB.EUS
Euskaraz irakurri: Izaro Antxiak bere ametsa beteko du igandean
No debería ser noticia que una mujer de 35 años juegue su primer partido. Pero en este caso es algo así, porque la vizcaína Izaro Antxia será la primera persona transexual en jugar, de forma oficial, al fútbol sala.
El próximo domingo 10, la portugaluja Izaro Antxia se convertirá en la primera mujer transexual que dispute un encuentro oficial de fútbol sala. Lo hará en las filas del Leioa Maia, el equipo de la territorial femenina, ante el Bilbao B, en un partido que se disputará a las 17,30 horas en el Polideportivo Municipal de San Ignacio, en Bilbao.
En declaraciones a ETB, Izaro, se ha mostrado entusiasmada por disputar este partido, que ha dicho que es un gran logro tras una larga lucha: "Para mí el deporte ha sido durante mi vida una parte fundamental. Ahora esto es, pues no sé, es como un sueño. La mayor victoria es poder jugar el partido del domingo”.
El pasado 30 de marzo obtuvo el DNI con su identidad femenina. Condición necesaria para obtener una ficha federativa con la que cuenta desde hace pocos días. "No debería ser así, no entiendo por qué tenemos que tener el DNI para poder jugar". Ahora toca actualizar el resto de documentación: "permiso de conducir, Seguridad Social, títulos académicos.."
La historia de Izaro es la de una luchadora imparable. La portugaluja sonríe cuando ETB le recuerda las palabras de su entrenador a los 10 años: "Me dijo que no valía. Yo era portera, y el entrenador me dijo que si quería podía seguir entrenando pero que no jugaría más. Decidí entrenar por mi cuenta, con mis amigos, y a los 14 lo volví a intentar. El primer año no fue muy bueno y en el segundo pude disfrutar de una muy buena temporada en la que marqué mi primer gol".
Este año, ha aclarado, ha estado en tres equipos femeninos, y en ninguno de ellos se ha sentido rechazada por sus compañeras de equipo por su condición de transexual, sino todo lo contrario. "La actitud de la gente facilita mucho las cosas", dice. En este sentido, recuerda que su camino personal ha sido más largo que el deportivo: "Yo lo sabía desde siempre, pero no le ponía nombre, hasta que al final le puse nombre. En ese momento, tienes muchas opciones. En mi caso, no lo acepté y quise seguir adelante hasta que la bola se hizo muy grande". Respecto a su entorno, Izaro se siente una privilegiada: "Cada uno pasa por un proceso, pero en mi caso todo el mundo lo aceptó, y ello me ha dado mucha fuerza y me ha empoderado hasta límite insospechados".