Sociedad -
Accidente aéreo en Francia
El copiloto salió de la cabina y no pudo volver a entrar
El copiloto intentó echar abajo la puerta para entrar, pero el comandante no respondió, según las grabaciones de la caja negra. La Fiscalía de Marsella ofrecerá nuevos datos a las 12:30.
eitb.eus
El copiloto del avión que se estrelló el martes en Francia salió de la cabina poco antes del accidente y no pudo volver a entrar, según una grabación de audio de la que da cuenta el diario estadounidense The New York Times.
Una fuente militar que participa en la investigación de la tragedia, no identificada por el diario, ha señalado que, según las grabaciones de audio de la caja negra, el piloto del avión de Germanwings que había salido de la cabina llamó a la puerta posteriormente para reingresar, pero "nunca hubo una respuesta".
"Se puede escuchar que está intentando echar abajo la puerta", ha añadido el investigador sobre los momentos previos a que el avión, que había despegado de Barcelona, se estrellase.
El grupo alemán Lufthansa, al que pertenece la aerolínea Germanwings, ni confirma ni desmiente esta información. Por su parte, La Fiscalía de Dusseldorf ha confirmado que solo uno de los dos pilotos del avión de Germanwings estaba en la cabina, si bien ha precisado que no puede aclarar de cuál se trataba.
De momento se desconoce por qué uno de los pilotos salió de la cabina y la razón por la que su compañero, el comandante del vuelo, no abrió la puerta.
En ese sentido, según ha explicado en Radio Euskadi Jesús Lázaro, doctor e ingeniero en Telecomunicaciones de la Escuela Técnica de Bilbao, "en vuelo estable uno de los pilotos puede dejar su puesto" por diversas causas, como por ejemplo si tiene que ir al baño o si tiene que llevar a cabo algún tipo de comprobación en alguna parte del avión.
Álvaro Gammicchia, secretario del Sepla, perito e investigador, ha añadido asimismo que la puerta de acceso a la cabina siempre se puede abrir desde fuera, incluso cuando no hay nadie en su interior, salvo que desde dentro se bloquee su apertura.
Según Gammicchia, existe un protocolo que contempla que, en todo caso, se pueda acceder a la cabina desde fuera, incluso si las personas que permanecen en el interior no pudieran abrir, por ejemplo, por haber sufrido un desvanecimiento.
Desde el despegue de la aeronave y por cuestiones de seguridad, la cabina debe permanecer siempre cerrada y existe un protocolo reservado que contempla todas las opciones posibles para poder abrirla basada en códigos que solo conocen los miembros de la tripulación.
Para solicitar un acceso "normal" a la cabina, el tripulante marca un código concreto que en cabina se traduce en un aviso acústico que suena una sola vez.
En este caso y a través de unas cámaras situadas en el exterior de la cabina, los pilotos pueden comprobar que no se trata de nadie ajeno a la tripulación antes de abrir la puerta.
Desde fuera, la tripulación también se puede comunicar con el interior de la cabina a través de un "microteléfono" para avisar, a través de claves que solo ellos conocen, si están solicitando entrar bajo coacciones.
En caso de emergencia, en el panel de acceso a la cabina se tecleará un código diferente que no dejará de sonar y que, transcurrido un tiempo, hará que la puerta se abra automáticamente, salvo que desde dentro se impida, ha afirmado Gammicchia, quien ha lamentado la información publicada por The New York Times y ha apuntado que las filtraciones de este tipo sólo sirven para generar dudas y especulaciones.
Para añadir más incertidumbre al relato, el diario Le Monde asegura que el comandante del avión dejó fuera al copiloto.
"Según nuestras informaciones, es el comandante de a bordo el que se encontraba en la cabina y el copiloto en el exterior. Antes de separarse, los dos hombres se expresaban en alemán", dice ese diario en su edición digital.
Investigación de la caja negra
Los investigadores informaron ayer de que se ha podido recuperar la grabación sonora de lo sucedido en la cabina antes de que el avión se estrellara, y esperan recuperar una segunda caja que registra los parámetros técnicos.
La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) francesa informó ayer miércoles de que tiene en su poder "un archivo de audio utilizable" en el que deberían ser capaces de escuchar lo acontecido en el vuelo.
El proceso, según el director del BEA, Rémi Jouty, podría llevar "varias semanas" o incluso "meses", aunque confían en recuperar también la segunda caja negra, que registra los parámetros técnicos, para completar su labor.
Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto. "El avión voló hasta el final", ha concretado Jouty.
La Fiscalía de Marsella, encargada de investigar el accidente, ofrecerá nuevos detalles a la prensa en una rueda de prensa a las 12:30 horas.
Llegada de los familiares al lugar del siniestro
En este contexto, familiares de las han salido esta mañana hacia Francia desde el hotel Don Jaime de Castelldefels y han llegado ya a Marsella.
Un primer grupo, formado por 14 familiares y 11 miembros del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y de Cruz Roja, partió anoche por carretera alrededor de las 21:00 horas hacia Marsella.
A este primer grupo se le ha unido esta mañana otro, integrado por un centenar de personas, que se ha desplazado en un avión fletado por Lufthansa.
Los familiares están acompañados por un equipo de médicos, enfermeros y psicólogos que intentarán hacer más plácido el viaje después de una noche que han calificado de "larga" pues no podían olvidar lo sucedido y su intención era "marchar cuanto antes".
Las autoridades locales han habilitado hasta 900 camas en el lugar del accidente, suficientes para acoger a los 400 familiares que se esperan.
La lista provisional de víctimas mortales aportada el miércoles por el Gobierno germano, a partir de las informaciones facilitadas por Germanwings, apunta que cerca de la mitad de las 150 víctimas mortales eran ciudadanos alemanes.
El presidente de la aerolínea, Thomas Winkelmann, afirmó que esa lista incluye a 72 alemanes y a 35 españoles, cifra que no casa con la de las autoridades españolas, que hablan de 50 muertos de nacionalidad española, aunque los datos pueden variar por la existencia de pasajeros con doble nacionalidad.
Además, hay constancia de que en el aparato siniestrado viajaban dos australianos, dos argentinos, dos iraníes, dos venezolanos, dos estadounidenses, un británico, un holandés, un colombiano, un mexicano, un japonés, un belga y un israelí.
Comienzan las identificaciones
Por otra parte, los restos de los primeros cuerpos recuperados ya están siendo identificados por los forenses, antes de ser trasladados a la capilla ardiente.
Los primeros cadáveres fueron evacuados en helicópteros a última hora de ayer, antes de que se interrumpiesen las labores de rescate, y han sido recibidos en un puesto avanzado médico en Seyne-les-Alpes.
Posteriormente, los cuerpos se envían a la capilla ardiente instalada en el pueblo para que las familias, puedan honrar a sus allegados.
Los servicios de rescate franceses han emprendido esta mañana una nueva jornada de búsqueda para recuperar los restos del avión y los cuerpos de las víctimas.
Será el tercer día en el que el dispositivo técnico y humano puesto en marcha por las autoridades trabaje en la zona de los Alpes franceses donde tuvo lugar la catástrofe.