Sociedad -
Barómetro Ikuspegi
El 65 % de los vascos cree que los inmigrantes abusan de las ayudas
El 60,2 % de la población autóctona también opina que la RGI hace que los inmigrantes no quieran trabajar o no busquen trabajo.
Redacción
El 65 % de los vascos cree que los inmigrantes se benefician en exceso del sistema de protección social de Euskadi, un porcentaje que ha crecido seis puntos en un año, según el barómetro del Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi de 2013 difundido hoy.
También ha crecido siete puntos, hasta llegar al 64,9 %, el número de vascos que considera que los inmigrantes se aprovechan excesivamente de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y que llegan a acapararla.
El 60,2 % de la población autóctona también opina que la RGI hace que los inmigrantes no quieran trabajar o no busquen trabajo, frente al 55,3 % de 2012.
Pese a estos resultados, únicamente un 7,2 % de los vascos cita la inmigración como uno de los principales problemas de Euskadi, y muy por detrás del paro, la situación económica o la corrupción política.
Sobre la RGI, cerca del 30 por ciento estima que se debe dar prioridad a la población local y una vez que se hayan cubierto sus necesidades, extender este derecho a los inmigrantes. Un 24,5 por ciento cree que solo tendrían que acceder a ella los extranjeros regularizados y un 14,7 por ciento mantiene que solo debería ser para autóctonos (cinco puntos más que en 2012).
Más de la mitad de los encuestados (58 por ciento) considera que la llegada de más inmigrantes hará más difícil acceder a una ayuda social, y cerca del 50 por ciento también ve efectos negativos en el acceso a la asistencia sanitaria. También más de la mitad de los vascos opina que el acceso de inmigrantes a los derechos y servicios debe estar vinculado a la regularidad, a excepción de la sanidad y la educación, que deben ser universales.
El 46 por ciento opina, además, que pagan menos impuestos que los servicios que luego perciben.
En 2013, disminuyó el porcentaje de personas que consideran que los inmigrantes permiten que la economía funcione mejor al ocupar puestos de trabajo que los autóctonos no quieren, al pasar al 36,6 por ciento desde el 40,6 por ciento del año anterior.
El 67 por ciento consideran que solo se debería permitir la entrada a los que tengan un contrato laboral, una circunstancia que se aprecia como garantía suficiente y que elimina recelos, y la mitad de los encuestados (54 por ciento) cree que quedarse en paro no es motivo para expulsar a los inmigrantes. El 64,6 por ciento, en cambio, está de acuerdo con expulsar a los extranjeros que cometan cualquier delito.
En el estudio de 2013 se ha apreciado un descenso en el número de autóctonos que considera que debe expulsarse a todos los inmigrantes en situación irregular, al situarse en un 16,6 por ciento frente al 21,3 por ciento de 2012.
Respecto a la procedencia de los inmigrantes y en una escala del 0 al 10, la menor simpatía se dirige hacia los colectivos del Magreb (3,6), y Rumanía y la UE oriental (3,9), que son los más lejanos cultural y socialmente. Los originarios de la UE occidental (6) y de Argentina (5,7) son los que gozan de mayor simpatía.
Sobre los efectos de la inmigración en la identidad vasca y el euskera, siete de cada de diez autóctonos consideran que no supone pérdida de identidad y el 64 por ciento cree que no frena las aspiraciones del nacionalismo vasco. Con todos estos datos, Ikuspegi establece un índice de tolerancia de los vascos ante la inmigración del 0 al 100 y lo sitúa en un 55,35 (53,62 en 2012), y apunta que la sociedad vasca presenta una actitud ambivalente al respecto al convivir rasgos abiertos con posturas reacias.