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Rosario Porto, de la élite coruñesa a imputada por homicidio
Hija de un conocido letrado y una catedrática de Historia, cambió radicalmente en 2012 con la muerte de ambos y la separación de su marido, según fuentes próximas a la familia.
Redacción
El círculo más cercano de la abogada y excónsul de Francia en Galicia, Rosario Porto Ortega, asiste incrédulo a la imputación por homicidio de su hija adoptiva, Asunta Basterra, hallada muerta con signos de violencia el pasado sábado en una pista forestal en Teo (cerca de Santiago de Compostela).
De 44 años e hija de una acomodada familia de Santiago de Compostela, Porto era muy conocida en la capital coruñesa. Su padre, el también abogado Francisco Porto Mella y su madre Socorro Ortega, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, educaron su hija en los centros más reconocidos de Santiago, que completó sus estudios de Derecho en Londres y París.
Porto ejerció de abogada durante años y abrió un bufete en el centro de Santiago de Compostela. Además, hasta el año 2006 fue cónsul de Francia en la ciudad, cargo por el que incluso llegó a recibir un reconocimiento del Gobierno galo.
Rosario Porto y su entonces marido Alfonso Basterra adoptaron a Asunta hace 12 años. La niña, de origen chino, llegó a la familia cuando todavía no había cumplido un año y, según fuentes cercanas a la familia, les colmó de felicidad.
Según dichas fuentes, Rosario Porto dejó de ejercer como abogada hace dos años y cerró su bufete en Santiago de Compostela, y en la actualidad no se le conocía actividad profesional concreta.
De hecho, la muerte de sus padres (ambas en 2012, en un intervalo muy corto) y la separación de su marido supusieron un duro para Rosario Porto. Fuentes próximas a la investigación ha informado que estaba en tratamiento psiquiátrico y que incluso llegó a ser ingresada en una clínica.