Sociedad -
Copago farmacéutico
El copago arranca en Euskadi entre dudas y quejas de los usuarios
El copago se ha puesto en marcha en las 850 farmacias de la CAV, y sólo durante esta mañana ya han dispensado más de 28.000 recetas con el nuevo sistema.
Redacción
Los vascos han acogido hoy con dudas y quejas la primera jornada de implantación del copago farmacéutico en Euskadi, la última comunidad autónoma en aplicar esta medida que obliga a pagar los medicamentos en función de la renta de cada ciudadano.
El copago se ha puesto en marcha de forma simultánea en los tres territorios y en las 850 farmacias vascas, que han dispensado ya sólo durante esta mañana más de 28.000 recetas con el nuevo sistema.
Aunque los farmacéuticos han sido testigos de protestas y multitud de dudas, el Departamento vasco de Salud ha destacado que las primeras horas del copago han estado marcadas por "la normalidad y la ausencia de incidentes".
El Gobierno Vasco ha reconocido, no obstante, que sólo en las primeras horas el servicio de atención a la ciudadanía ha recibido 200 llamadas, y más de 600 en los últimos días.
Euskadi se suma así al resto de comunidades autónomas un año después que en el resto de España, en cumplimiento del decreto del Gobierno de Mariano Rajoy, aunque a diferencia de otras autonomías en el País Vasco los pensionistas no tendrán que pagar por adelantado el coste total de los medicamentos.
El Gobierno Vasco ha invertido 423.000 euros en implantar el sistema informático que hará posible la puesta en marcha del copago y que supondrá un ahorro estimado anual en medicinas para el Ejecutivo vasco cifrado en entre 16 y 20 millones.
Quejas de los usuarios y fallos informáticos
Pese a la relativa normalidad en su implantación, las quejas se han sucedido, y no sólo hoy, sino en las semanas previas.
"Todos están cabreados", ha lamentado la farmacéutica vitoriana Beronika López, quien ha explicado a Efe que mucha gente considera que no tiene por qué pagar.
Otro boticario de calle la Independencia de Vitoria, Ignacio López, no ha tenido que afrontar tantas protestas porque sus clientes "ya estaban mentalizados".
El cambio ha importunado también a los propios farmacéuticos ya que la utilización del programa informático supone una mayor lentitud a la hora de trabajar y atender a los clientes, "al menos hasta coger práctica", ha señalado una de las trabajadoras.
Incluso en alguna farmacia el sistema informático ha fallado desde primera hora de la mañana, lo que ha supuesto un pequeño quebradero de cabeza para sus responsables.
Los usuarios ahora deben llevar a la farmacia su tarjeta sanitaria, además de la propia receta, en la que figura un código que indica lo que cada uno debe pagar en función de sus ingresos.
Más adelante el hábito de llevar la tarjeta sanitaria será de gran utilidad en Euskadi cuando se implante la receta electrónica, previsiblemente en diciembre y, desaparezca la receta de papel.