Un mando ordenó cargar pese a que la situación estaba 'controlada'

El diario Gara ha desvelado hoy la conversación entre la patrulla de la Ertzaintza y la comisaría de Deusto desde la que salió la orden de realizar la carga en la que falleció el joven aficionado del Athletic Iñigo Cabacas hace un año.

Se trata de un total de 17 conversaciones producidas en apenas 11 minutos entre el mando de la comisaría de Deusto y los responsables de las patrullas desplazadas hasta la calle María Díaz de Haro de Bilbao, donde el joven resultó herido mortalmente.

Esas conexiones confirman que, en la noche del 5 de abril de 2012,  las primeras patrullas de la policía autonómica llegaron al lugar tras recibir noticias de una supuesta pelea y, aunque comunicaron a la base de Deusto que todo estaba tranquilo, recibieron la orden de intervenir, en concreto se les dijo que "entren en la Herriko [Taberna]", situada en esa calle.

A raíz de esa orden se produjo una primera carga, de baja intensidad, que fue respondida con el lanzamiento de objetos. A pesar de todo, cuando llegó la segunda pareja de patrullas, su responsable comunicó a la base que "todo está controlado".

Poco después apreció algún indicio preocupante, pero casi de inmediato repitió que no hay motivos para intervenir. Sin embargo, el mando de la comisaría de Deusto fue tajante: "Le repito las órdenes para que queden bien claras: entren en el callejón con todo lo que tenemos, entren a la Herriko".

En ese momento, a las 23:40, se desencadenó la segunda carga de la Ertzaintza, la más violenta, en la que resultó herido de muerte Iñigo Cabacas.

A los 50 segundos ya se tenía noticia de un herido grave (era el propio Iñigo) y, según las comunicaciones entre los ertzainas, ya se suponía que la causa fue el impacto de un pelotazo.