La Comisión Internacional de Verificación del desarme de ETA ha pedido no caer en "debates y discusiones sobre cómo se llevó a cabo la primera puesta fuera de uso y sobre la cantidad de armas y material inutilizados", ya que entiende que "olvidan el objetivo de fondo", que es que "por primera vez en 50 años, ETA se ha comprometido a poner sus armas fuera de uso de manera verificable".

En ese sentido, el CIV afirma en un comunicado remitido esta madrugada, en el que afirman que "existe una oportunidad genuina para asegurarse de que ETA pondrá todas sus armas fuera de uso de manera verificable".

Por otro lado, han denunciado la persecución judicial que sufren los verificadores, que hacen "extremadamente difícil, si no imposible, ayudar para asegurar que ETA lleve a cabo la intención que nos expresó" de dejar de forma unilateral fuera de uso sus armas.

Así, han asegurado que "no existe precedente alguno, ni otro ejemplo, en ningún lugar del mundo" en que una organización armada decide un proceso de poner sus armas fuera de uso "y eso no recibe el aval positivo de las instituciones formales".

Por ello, pide a "los gobiernos, líderes políticos y ciudadanos" que decidan "si se deben definir maneras en que se pueda asegurar que ETA continúa de forma unilateral un proceso irreversible de poner fuera de uso operativo la totalidad de sus armas".