Proceso de paz -
Política penitenciaria
Interior frena el tercer grado para tres presos de la 'Vía Nanclares'
El Ministerio del Interior se ha opuesto a otorgar el tercer grado penitenciario a los presos de ETA Iñaki Rekarte, Kepa Pikabea y Aitor Bores pese a haberse acogido a la 'Vía Nanclares'.
Redacción
El Ministerio del Interior se opone a que varios presos de ETA y acogidos desde hace años a la denominada 'Vía Nanclares' reciban el tercer grado penitenciario o el artículo 100.2 que permite salir a diario de prisión, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la decisión.
Según estas mismas fuentes se trata de Iñaki Rekarte Ibarra, Kepa Pikabea Ugalde y Aitor Bores Gutiérrez, tres históricos de la banda. Expulsados de ETA y de su Colectivo de Presos, se encuentran internos en la cárcel alavesa de Zaballa, sustituta de la prisión de Nanclares de Oca que dio nombre a esta corriente en la que internos de la banda manifestaban su ruptura con la organización a cambio de beneficios penitenciarios.
Rechazo de las propuestas
La propuestas de las Juntas de Tratamiento de las prisiones deben ser elevadas a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para que otorgue su visto bueno o se oponga como ha sido este caso. En una decisión conjunta, el Departamento que dirige Ángel Yuste rechazó el pasado 13 de enero las tres propuestas. Las defensas de los tres miembros de ETA han recurrido esta decisión por lo que la última palabra la tendrá el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.
Según las fuentes consultadas, entre las razones esgrimidas por Prisiones figuran las largas penas a las que fueron condenados los tres miembros de ETA así como la elevada responsabilidad civil que les resta por abonar (se trata de uno de los requisitos para acogerse a medidas de reinserción). En el caso de Recarte abona en torno a 40 euros al mes y aún adeuda 1.200.000 euros en concepto de indemnizaciones por sus delitos. En el caso de Bores, la deuda asciende a 600.000 euros.
Dividir al colectivo
Desde el Ministerio dan por amortizada la denominada 'Vía Nanclares' potenciada en la anterior administración socialista con la intención de fomentar las deserciones en ETA y dividir al colectivo. Sin embargo, las expectativas generadas en torno a la declaración de cese definitivo de ETA frenaron en seco el goteo de disidencias.
El Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz admite abiertamente que la 'Vía Nanclares' forma parte del pasado. En su lugar, apostaron por un plan de reinserción para presos de bandas terroristas y crimen organizado que un año después de su presentación no ha dado ningún resultado y que generó el rechazo de las víctimas del terrorismo.