Política -
Cataluña
Alta participación de las bases de ERC en la consulta sobre la investidura de Illa
La votación puede certificar el fin de un ciclo en Cataluña, si bien el resultado es incierto. A las 19:30 horas la dirección del partido comparecerá en rueda de prensa.
EITB Media
Más del 73 % de la militancia de ERC con derecho a voto se ha pronunciado en la consulta telemática para decidir si los republicanos votan a favor de la investidura del socialista Salvador Illa.
ERC había informado en las últimas horas de que sus bases estaban compuestas por más de 8500 afiliados, si bien tras la última actualización de la base de datos esta cifra ha bajado hasta poco más de 8200.
Los militantes de ERC podían votar 'sí', 'no' o abstención hasta las 19:00 horas en una consulta que es cien por cien telemática, pero para la que se han habilitado puntos de votación presenciales.
Que el voto sea electrónico permitirá conocer el resultado minutos después de las 19:00 horas. A las 19:30 horas la dirección del partido comparecerá en rueda de prensa.
Los militantes de ERC deciden así si los 20 diputados republicanos en el Parlament avalan al socialista Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat, una votación que puede certificar el fin de un ciclo en Cataluña, si bien su resultado es incierto.
La aversión que el PSC genera entre las bases republicanas se añade a cuatro batacazos electorales consecutivos, la división en la cúpula de la organización y la polémica por los carteles contra los hermanos Maragall, una suma de factores que dejan en el aire que los militantes avalen el preacuerdo, que incluye un nuevo modelo de financiación para Cataluña.
La pregunta planteada es la siguiente: "¿Estás de acuerdo en que Esquerra Republicana vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la resolución del conflicto político y el resto de medidas acordadas?".
El 10 de junio Oriol Junqueras certificó su dimisión como presidente del partido y separó su camino del de Marta Rovira, un tándem que ha comandado ERC desde 2011. Junqueras tiene intención de revalidar el liderazgo de la formación en el congreso del 30 de noviembre, mientras que Rovira, que encabeza la actual dirección, abandonará entonces la primera línea y apuesta por que nuevos rostros tomen el relevo.
En este marco, la dirección del partido validó el preacuerdo con el PSC, que en las siguientes horas han salido a defender públicamente dirigentes como la propia Rovira o el president en funciones, Pere Aragonès.
La actual dirección esperaba un espaldarazo de Junqueras que facilitara el 'sí' de las bases, pero el expresidente de ERC se ha limitado a publicar un mensaje ambiguo en el que evita posicionarse sobre el documento y dice "entender" las "dudas" de la militancia hacia el grado de compromiso de los socialistas con lo firmado.
En caso de que los republicanos den su visto bueno a Illa, el líder del PSC debería comunicar al presidente del Parlament, Josep Rull, su voluntad de someterse a la investidura. Rull podría llevar a cabo la ronda de consultas el lunes y convocar la Diputación Permanente -ya que nos situamos en la primera quincena de agosto- posiblemente para el martes.
Sería entonces la mesa de la Diputación Permanente, con mayoría de socialistas y ERC, la que fijaría la sesión de investidura, que podría tener lugar el miércoles.
Por el contrario, Cataluña se vería abocada a una repetición electoral si la militancia republicana tumba el preacuerdo con el PSC, dado que la dirección de ERC ha asegurado que no reabrirá negociaciones con los socialistas e Illa ha descartado buscar otras mayorías alternativas (con Junts o sumando los apoyos de PP y Vox).
El 26 de agosto se activaría de forma automática el reloj para repetir comicios, que serían el 13 de octubre y que pueden resultar en una aritmética parlamentaria todavía más endiablada que la actual. La incertidumbre podría trasladarse al Congreso y afectar a la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez.
ERC, que no cuenta con un candidato definido, encararía los comicios con malas perspectivas y es probable que vuelva a escuchar llamamientos de Junts para que el independentismo se presente en una única lista. A nivel interno, el camino para que Junqueras revalidara en noviembre el liderazgo de la formación se vería allanado.