Política -
Gobierno de España
¿Y ahora, qué? La legislatura se encamina hacia una investidura fallida
La designación de Feijóo como candidato a la Presidencia del Gobierno de España activa los plazos para dilucidar si habrá investidura o si, por el contrario, será necesaria una repetición electoral.
EITB Media
La designación por parte del rey Felipe VI de Alberto Núñez Feijóo como candidato a presidir el Gobierno de España, a pesar de no contar con los apoyos necesarios para ser investido, activa el reloj institucional de los plazos para la sesión o sesiones de investidura o, si fuera necesario, para la repetición de elecciones.
A efectos prácticos, el hecho de que tras la primera ronda de contactos haya salido un primer candidato supone que comienzan a contar los únicos plazos que establece la Constitución una vez constituidas las nuevas Cortes.
En su artículo 99 la Carta Magna establece que si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato obtiene la confianza de la cámara, el rey disolverá ambas cámaras y convocará nuevas elecciones, que se celebrarán 47 días después.
Sin embargo, la Constitución no dispone cuánto tiempo tiene que pasar entre que el rey propone candidato hasta que éste defiende su candidatura en el hemiciclo.
Es la presidenta del Congreso, Francina Armengol, la que deberá establecer la fecha de la investidura. Antes, como ella misma ha anunciado al comunicar el nombre del candidato, llamará a Feijóo para saber su opinión y tomar la decisión más adecuada.
Una fecha que es, de facto, la que marcaría el día a celebrar elecciones si fuera necesario repetirlas.
Sobre cuál podría ser el día elegido por Armengol, el líder del PP ha dado alguna pista al defender tiempo para hablar, porque "hacer una investidura sin hablar con los grupos supondría un formato no parlamentario" e implicaría "desigualdad" respecto a otros aspirantes.
Armengol no ha querido pronunciarse sobre esta petición aunque sí se ha mostrado dispuesta a facilitar las negociaciones.
Lo que sí estaría claro es que si se quieren dejar despejadas las navidades ante una hipotética convocatoria electoral el debate de investidura debería celebrarse la última semana de agosto o ya dejarlo para finales de septiembre.
Así se alejaría el peligro de unos comicios en fechas tan señaladas, una amenaza que ya se contempló en 2016 y obligó a modificar la ley electoral para reducir la campaña electoral de 15 a 8 días.
Feijóo no dispone de los apoyos necesarios
Feijóo lidiará con el escenario que Mariano Rajoy evitó en enero de 2016, el de una investidura fallida. Desde la noche electoral, el candidato del PP reivindicó su derecho y su deber de intentar formar gobierno como vencedor en las urnas, a pesar de que para llegar a la Moncloa necesita poner de acuerdo a dos actores incompatibles: Vox y el PNV.
El mes transcurrido evidencia la extrema complejidad de un camino por ahora sin salida. Feijóo tiene unos insuficientes 172 apoyos y sigue necesitando cuatro votos más para alcanzar la mayoría absoluta: depende del sí del PNV o de la abstención de JxCat, dos posibilidades que ambas formaciones se han encargado de descartar por completo.
A los 137 escaños de su partido, ha sumado al diputado de UPN, Alberto Catalán, a la representante de Coalición Canaria, Cristina Valido, y a los 33 diputados de Vox, aunque en medio de un choque con el partido de Santiago Abascal, que ahora busca solventar.
La situación es endiablada para el propio Feijóo. De hecho, este mes se ha anotado ya su primera derrota parlamentaria al no lograr la Presidencia del Congreso, que recayó en el PSOE.