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Cataluña
Anna Gabriel niega que desobedeciera y espera que la causa se archive o se envíe a Barcelona
La exdiputada catalana de CUP ha declarado en el Tribunal Supremo que no recibió notificación alguna del Tribunal Constitucional y que, por ende, no habría cometido el delito de desobediencia que se le atribuye. Se ha negado a responder a las preguntas de la Abogacía del Estado y de Vox.
O. P. | EITB Media
Euskaraz irakurri: Anna Gabrielek ukatu egin du desobedientzia eta auzia artxibatzea edo Bartzelonara bidaltzea espero du
La exdiputada catalana de la CUP Anna Gabriel, portavoz de este partido en el Parlament en la legislatura del 1-O y huida en Suiza durante más de cuatro años, ha negado ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que desobedeciera al Constitucional porque no recibió ningún requerimiento del tribunal.
Gabriel ha comparecido esta mañana ante Llarena para prestar la declaración indagatoria, en la que se le ha comunicado formalmente su procesamiento por un delito de desobediencia, que no conlleva pena de prisión, sino de multa e inhabilitación para empleo o cargo público de hasta dos años.
Fuentes jurídicas han informado de que la exdiputada ha negado rotundamente que recibiera un requerimiento personal del Tribunal Constitucional prohibiendo determinadas cuestiones en el Parlament, por lo que rechaza que cometiera un delito de desobediencia.
La exdiputada ha respondido así a la única pregunta que le ha formulado la Fiscalía, porque a la Abogacía el Estado y a Vox, que ejerce la acusación popular, se ha negado a responder.
Así las cosas, la comparecencia apenas ha durado 15 minutos y ahora el magistrado deberá dictar un auto de conclusión del sumario y remitir la causa a la Sala Segunda del alto tribunal para revisar el procedimiento, que previsiblemente acabará en un juzgado de lo penal de Cataluña, puesto que ya no es cargo público.
A su salida del Supremo, la exdiputada ha dicho que "los principios siguen intactos como no podría ser de otra manera" y ha agradecido el apoyo "a las personas solidarias que han estado al lado de todas las personas multadas, perseguidas" y que "nunca se habría tenido que producir la judicialización".
Visiblemente emocionada porque "son 4 años y medio lejos de casa", Gabriel, que no tiene previsto establecerse en España sino que continuará residiendo en Suiza donde tiene compromisos personales y militantes, no ha querido responder a las preguntas de los periodistas y tan solo se ha limitado a realizar una breve declaración.
Como es habitual con las citaciones de políticos independentistas, la exdiputada ha sido acompañada hasta las puertas del alto tribunal por simpatizantes y dirigentes soberanistas entre los cuales se encontraban María Sirvent (CUP), Oriol Junqueras (ERC) y Josep Rius (JxCat); así como los diputados Jaume Asens (Unidas Podemos), Gabriel Rufián (ERC), Mireia Vehí y Albert Botran (CUP), Josep Pagès (Junts), Jon Iñarritu y Mertxe Aizpurua (EH Bildu) y Néstor Rego (BNG); y las senadoras Sara Bailac, Mirella Cortès y Adelina Escandell, entre otros. También ha acudido a mostrar su apoyo el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich.
Gabriel, que huyó a Suiza en 2018 poco antes de ser procesada, se presentó en julio ante el Supremo para regularizar su situación acompañada de su abogado Iñigo Iruin, el mismo que defiende a la exconsellera Meritxell Serret, que hace un año se convirtió en la primera procesada en el caso que regresaba a España para ponerse a disposición del tribunal después de huir a Bélgica en 2018.