Política -
ANÁLISIS
El estrecho de Taiwán, paso indispensable del comercio internacional
En el contexto del viaje de la representante socialdemócrata Nancy Pelosi a Taiwán, el estrecho que separa China de la isla tiene un gran valor geoestratégico.
FELIPE ETXEBARRIA
El estrecho de Taiwán es el paso marítimo que separa China de la isla de Taiwán, y es de crucial valor geoestratégico, por ser el paso obligado de parte del comercio mundial.
Es en esta zona y alrededor de Taiwán, donde China ha anunciado que realizará las maniobras navales en respuesta a la vista de la representante demócrata estadounidense Nancy Pelosi a la isla.
Es por este estrecho de 130 a 180 kilometros de ancho por donde pasan las mercancías chinas que van a Europa y a Norteamérica. Según los cálculos de la agencia Bloomberg, el 48 % de los 5400 portacontenedores han navegado por este paso en 2022. Esta vía representa además el 88 % del tráfico mundial de grandes cargueros. Bordear la isla para evitar el estrecho es posible pero arriesgado, ya que los navíos se verían obligados a navegar por aguas filipinas, donde los tifones son frecuentes.
El comercio de semiconductores en peligro
El estrecho de Taiwán es sobre todo vital para la isla, ya que es el paso de los intercambios de mercancías con China, su principal socio comercial. Según el gobierno taiwanés, los intercambios comerciales entre ambos se elevaron a 166 000 millones de dólares en 2020, pese a ser la isla territorio rebelde que China reivindica.
Además, las fábricas de semiconductores, sector vital de la economía taiwanesa, están ubicadas en la costa del estrecho. En este sector, Taiwán es dominante a nivel mundial, ya que fabrica el 63 % de los semiconductores de todo el planeta, mientras que China produce un 8 %, y cualquier perturbación en su suministro tiene repercusiones globales, como ya se ha visto durante la pandemia del Covid-19.
Teatro de tres crisis importantes desde la Segunda Guerra Mundial, ¿el estrecho de Taiwan podría ser bloqueado por China, como amenaza Pekín? La perturbación de comercio marítimo tendría consecuencias para el país, que obtiene sus principales ingresos de las exportaciones. Tendría también consecuencias negativas para la industria electrónica china, cuya demanda en semiconductores es mucho mayor que la producción nacional, y la producción taiwanesa es vital para su sector electrónico.