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Director de Aukerak: "La progresión de grado de los presos no es nuestra competencia"
Entrevistado en el programa 'Ganbara' de Radio Euskadi, Carlos Roy ha explicado que para lograr la reinserción sociolaboral de las personas presas deben conocer cuáles son sus habilidades y "de alguna manera" tienen que hacerles ver "una ventana de oportunidad".
EiTB Media
Euskaraz irakurri: Aukerak elkargoko zuzendaria: "Presoen gradu aldaketa ez da gure eskumena"
Carlos Roy García, director de la Agencia Vasca de Inserción Laboral de los centros penitenciarios (Aukerak), ha dejado claro que la progresión en el grado "no es competencia de Aukerak". "No depende de Aukerak", ha reconocido el director, "esa decisión es competencia de Vigilancia Penitenciaria".
El objetivo del modelo penitenciario vasco es trabajar por la resocialización de las personas presas y que un 40 % acaben cumpliendo penas en régimen de semilibertad.
Entrevistado en el programa 'Ganbara' de Radio Euskadi, Carlos Roy ha aclarado que son "objetivos que nos marcamos, objetivos que iremos cumpliendo poco a poco, no se cumplirán ni en un año, ni en dos, quizá en una legislatura o en dos". Ha asegurado que "no es un objetivo fácil".
Roy ha explicado que para lograr la reinserción sociolaboral de las personas presas deben conocer cuáles son sus habilidades y "de alguna manera" tienen que hacerles ver "una ventana de oportunidad". Para ello, es "imprescindible una labor del acompañamiento, seguimiento continuo", ha agregado.
El director de Aukerak ha explicado que los empleos que se ofertan a las personas presas son de dos tipos: relacionados con servicios cotidianos de los centros penitenciarios (preparar su propia comida, reparto, limpieza, gestión de residuos etc) y los puestos de trabajo de empresas externas (de no demasiado valor añadido) a través de convenios.
"Hay que tener en cuenta que la mayoría de estas personas carecen de formación, estudios, experiencia laboral y algunos tienen problemas de adicciones", ha recordado. "Son trabajos de operación básico", ha zanjado.
Por último, ha reconocido que hacer que empresas externas acepten a los presos "tiene su complejidad", pero" una vez que empiezan a colaborar no abandonan", ha agregado. "Si no hubiese una rentabilidad, tampoco participarían", ha concluido.