Política -
38 Congreso del PSOE
'Aquí termina mi tiempo'
Tras un discurso de hora y media, Zapatero ha puesto fin a su etapa al frente de la secretaría general del PSOE. Lo ha hecho con un discurso que ha sido acogido con aplausos aunque sin emoción.
Iñigo Herce | Sevilla
"Aquí termina mi tiempo. Gracias compañeros, y aquí estoy, con vosotros".
Con estas palabras concluía un discurso con tintes de testamento político que ha surcado la autocrítica, la complacencia y el intento de proyectar ilusión hacia el futuro. En su despedida, Zapatero ha recibido el afecto no del partido, aunque no la aclamación, a la espera del balance que el órgano máximo haga del balance de su gestión.
Zapatero ha hecho un repaso de su gestión, con un amplio capítulo dedicado a la crisis económica. Aunque la tesis principal ha sido la de que España ha sido una pieza en el dominó de la risis mundial, el ex presidente ha admitido que tardó en reconocer la llegada de la crisis, pero ha rechazado que las medidas adoptadas una vez asumida la gravedad de la misma fueran improvisadas. Se tomaron, ha venido a decir, para evitar "la intervención de España", aunque salvaguardando en todo momento "la cohesión social".
Precisamente el corte social de su proyecto ha sido el argumento más reivindicado. Ha puesto de relieve el cariz socialdemocráta de su andadura, y ha proyectado al partido a profundizar en el ideario socialdemócrata, adaptándolo, eso sí, a los cambios sociales y tecnológicos. Así, ha puesto en valor los logros impulsados por su gobierno en materia de educación, cultura, bienestar e igualdad, como puntales de sus ocho años al frente del Ejecutivo.
Ha tenido guiños de humor, como cuando ha recordado que "por defender la creación, me han dado hasta en la ceja". Y ha pedido unidad al partido al margen del resultado del Congreso, reclamando el apoyo de los militantes al nuevo secretario general "igual que me lo disteis a mí".
Fin de ETA
El momento más emotivo del discurso ha llegado con la mención al final del terrorismo. Zapatero ha recHa pedido unidad al partido al margen del resultado del Congreso, y ha pedido apoyo para el nuevo secretario general saliente "ordado con gravedad y emoción a Isaías Carrasco, el concejal socialista de Mondragón asesinado por ETA hace cuatro años, "quizá el último compañero asesinado por ETA", provocando el aplauso unánime. Y ha aprovechado para reconocer públicamente la labor de los socialistas vascos en el camino hacia el final de la banda.
"Lo más intenso, y lo más gratificante, ha sido ver a los compañeros de Euskadi aguantar", ha remachado.
Han sido dos minutos y veinte segundos de aplauso cerrado, con el público puesto en pie, los que han cerrado la etapa de Zapatero al frente del PSOE.