Política -
Juicio por el sumario 13/13
Guardias civiles admiten que en algunos momentos registraron solos los despachos de los abogados
Por otro lado, sobre la reunión que supuestamente mantuvo Jon Enparantza con David Pla en San Sebastián, uno de los agentes ha reconocido que no pueden probar que esa persona fuese Pla; porque no le pudieron hacer fotos. El 7 de septiembre continuará el juicio.
EiTB Media
Euskaraz irakurri: Guardia zibilek onartu dute une batzuetan bakarrik ibili zirela miaketak egiten abokatuen bulegoetan
El juicio por el sumario 13/13 en la Audiencia Nacional se interrumpe hasta septiembre. Así, tras concluir la sexta sesión del juicio, retomarán el proceso el próximo 7 de septiembre. Según han reconocido los guardias civiles que han declarado en la última sesión, en algunos momentos procedieron solos al registro de los despachos de los abogados acusados.
Han admitido que entre los más de seis agentes que acudieron a los registros, algunos trabajaron sin la supervisión del secretario forense, incluso, sin firmar los registros de entrada y salida en algunos casos. Esa circunstancia puede dar argumentos a la defensa, para demostrar las irregularidades en el proceso.
Los guardias civiles que participaron en los registros han asegurado que encontraron dinero (9000 euros) y documentación oculta en los despachos de Jon Enparantza e Iker Sarriegi.
Por otro lado, sobre la reunión que supuestamente mantuvo Jon Enparantza con David Pla en San Sebastián, uno de los agentes ha reconocido que no pueden probar que esa persona fuese Pla; porque no le pudieron hacer fotos, y todo lo que saben es por lo aportado por un tercer agente.
Versiones diferentes
También es palpable que las versiones de los policías franceses y españoles son diferentes, ya que sobre el zulo encontrado en las proximidades de Burdeos gracias supuestamente a los documentos aprendidos a los abogados, han asegurado que al menos un miembro de la Guardia Civil participó; sin embargo, los gendarmes desmintieron ese aspecto.
Además, los guardias civiles han negado ser miembros de los servicios de inteligencia españoles, pero han admitido que utilizaron información facilitada por el CNI en la investigación.