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Juicio

Los acusados de matar a Inaxio Uria niegan haber participado en el atentado

Sin embargo, uno de ellos, Ugaitz Errazkin, ha reconocido en el juicio que pasaba información a los miembros del comando.

Juicio en la Audiencia Nacional. Foto: Efe
Juicio en la Audiencia Nacional. Foto: Efe
Juicio en la Audiencia Nacional. Foto: Efe

E. G. | EITB MEDIA

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Euskaraz irakurri: Uriaren hilketagatik auzipetutako ETAko bi kideek ukatu egin dute parte hartu izana

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha comenzado este lunes a juzgar a los miembros de ETA Iurgi Garitagoitia y Ugaitz Errazkin por su presunta participación en el asesinato del empresario Inaxio Uria, el 3 de diciembre de 2008.

Ugaitz Errazkin, acusado de participar en el asesinato cometido por ETA en Azpeitia, ha reconocido en el juicio contra él que pasaba información a los miembros del comando, aunque ha negado su participación en los hechos.

Durante la sesión de este lunes ambos han negado haber participado en los hechos por los que se les acusa pero, a preguntas del fiscal, Errazkin ha asegurado que conocía a Joanes Larretxea, Manex Castro y Beñat Aginagalde, y que ejercía de "puente" para pasar información entre el primero y los otros dos.

Además, ha explicado que comenzó a realizar esta tarea en 2008 cuando, a través de una nota, Larretxea se puso en contacto con él para pedirle que empezara a colaborar con ellos pasando información.

Los dos acusados huyeron al Estado francés, donde finalmente fueron detenidos. A preguntas del fiscal, Errazkin ha manifestado que "huyó por miedo", cuando vio su nombre en las noticias "con unas acusaciones graves".

Los peritos que han declarado han asegurado que, de las pruebas periciales realizadas en la primera parte de la investigación, descubrieron qué tipo de arma se utilizó para llevar a cabo el asesinato.

Los miembros del comando emplearon dos vehículos para llevar a cabo los hechos, uno de ellos un Alfa Romeo gris verdoso que robaron a punta de pistola en el aparcamiento de Deba, con el que se dirigieron al lugar y que, posteriormente, apareció quemado.

El otro coche era un Volvo granate que utilizaron para retener al propietario del vehículo robado y en el que los investigadores localizaron varios objetos empleados en el secuestro, pero ninguno de ellos permitió identificar a los autores, según han señalado los peritos.

Tras los hechos, un testigo declaró que vio a un hombre con una pistola subirse al Alfa Romeo. Los investigadores repasaron en su día las cámaras de seguridad de una empresa cercana al lugar donde los miembros de ETA quemaron el coche y comprobaron que por la carretera próxima habían circulado los dos vehículos juntos momentos antes del atentado.

Los peritos han explicado que investigaron todos los coches que respondían a esas características en la CAV hasta que finalmente, en un registro llevado a cabo en la vivienda de Errazkin, descubrieron que tenía un coche que coincidía con el que usaron para retener al propietario del Alfa Romeo que robaron.

En la inspección del coche los investigadores hallaron dos muestras de ADN, una de Joanes Larretxea y otra de Manex Castro.

El juicio continuará este martes con la declaración de más testigos.

La Fiscalía pide 49 años

La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita para cada uno de ellos la pena de 49 años y dos meses de prisión por los delitos de detención ilegal, robo de uso de vehículo a motor intimidatorio, asesinato y daños.

Según explica el Ministerio Público en su escrito de acusación provisional, Garitagoitia y Errrazkin integraron junto a Joanes Larrexea, Manex Castro y Beinat Aginagalde el 'comando Ezuste' de ETA, que estuvo activo desde agosto de 2008 hasta marzo de 2009, fecha en la que fue desarticulado.

Durante esos meses, la Fiscalía asegura que el comando desarrolló una "campaña de intimidación y terror contra la construcción del Tren de Alta Velocidad" (TAV) , por lo que cometieron varias acciones como atentados contra los Juzgados de Tolosa, contra la Universidad de Pamplona, contra el repetidor de Santa Bárbara de Hernani e instalación de dos bombas trampa y contra la sede del PSE-PSOE de Lazkao. Dentro de esta campaña se llevó a cabo el asesinato del empresario Inaxio Uria, propietario y miembro del Consejo de Administración de una de las adjudicatarias para la construcción del TAV. Por estos hechos ya fueron condenados Beinat Aginagalde y Joanes Larretxea.

La Fiscalía relata en su escrito que para la ejecución del atentado, los miembros del comando robaron un coche a punta de pistola y se dirigieron hasta Azpeitia, donde avistaron al empresario. Uno de ellos se bajó del coche desde el que localizaron a Uria, portando una barba postiza y una pistola, y se acercó a Uria, que en ese momento se encontraba introduciéndose en su coche, para dispararle "a bocajarro tres disparos", indica la Fiscalía. Los disparos causaron varias lesiones que acabaron con su vida.

La ahora extinta ETA, mediante un comunicado, reivindicó el 1 de enero de 2009 la "ejecución" del empresario "por la responsabilidad asumida en el trabajo de la construcción de un proyecto impuesto a Euskal Herria, el tren de Alta Velocidad, y por negarse a pagar el impuesto revolucionario".

Garitagoitia fue detenido en el Estado francés en 2009 y condenado allí en 2010 a 15 años de prisión por haber herido de un disparo a un agente de la Gendarmería. En noviembre de 2019 fue entregado al Estado español, y condenado, un año después, 389 años de cárcel por tres atentados

En cuanto a Errazkin, fue detenido en junio de 2012 en Francia y entregado al Estado español en abril de 2018, tras cumplir siete años de condena. Ese mismo año fue absuelto de haber participado en el atentado con explosivos contra la sede del PSE de Lazkao el 23 de febrero de 2009.

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