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Cataluña
Visto para sentencia el juicio a Trapero, tras nueve horas pidiendo la absolución
La Fiscalía pide para el mayor de los Mossos diez años de cárcel, por sedición, si bien podría ser condenado por desobediencia, con lo que no entraría en prisión.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Traperoren epaiketa, epaiaren zain
El juicio al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero ha finalizado este miércoles, tras dos jornadas en las que su defensa ha dirigido un alegato absolutorio en contra del delito de sedición, por el que el fiscal pide diez años de cárcel. A medio camino está la desobediencia, que podría librarle de prisión.
"Concluso para sentencia", ha dicho la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, después de que los cuatro acusados, con Trapero a la cabeza, declinasen hacer uso del derecho a la última palabra: "No, señoría. Gracias", ha sido la última intervención del mayor.
Se despide así Trapero este miércoles del banquillo, tras una treintena de sesiones, que quedaron interrumpidas por la pandemia del coronavirus, justo cuando el fiscal iba a modificar su acusación por rebelión.
Ha sido en la recta final del juicio cuando el mayor ha conocido la pena concreta a la que se enfrenta: 10 años de prisión por sedición o, en su defecto, 60.000 euros de multa y un año y 8 meses de inhabilitación por desobediencia, la misma que el exdirector de los Mossos Pere Soler y el ex secretario general de la Conselleria de Interior, César Puig.
Una petición que ha combatido durante nueve horas la abogada de Trapero, Olga Tubau, que también representa a la intendente de Mossos Teresa Laplana, para quien se pide cuatro años por sedición, aunque también con la alternativa de desobediencia.
Pese a esta alternativa, el teniente fiscal de la Audiencia, Miguel Ángel Carballo, dejó claro el lunes que la acusación "primordial" es la de la sedición.
Mala relación entre Trapero y Pérez de los Cobos
No obstante, la abogada ha negado que haya pruebas que justifiquen ninguno de los dos delitos. Según ha indicado, los Mossos pusieron "negro sobre blanco", ya antes del referéndum ilegal del 1 de octubre, que cumplirían con las órdenes judiciales, y lo hicieron pese a las discrepancias hacia el nombramiento del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos como coordinador del 1-O. Trapero tenía una "muy mala relación", que la abogada no ha negado, con Pérez de los Cobos. Tampoco ha negado su escepticismo hacia la negativa del coronel a que tuviese cualquier tipo de animadversión hacia Trapero, como dijo en el juicio: "Eso es difícil de creer".
Lo que sí ha rechazado es la tesis del fiscal de que el mayor estuvo "en la órbita directa" de la comisión del delito de sedición, en connivencia con los líderes del procés ya condenados por el Supremo, porque, a su juicio, Trapero demostró una "sujeción absoluta" a las órdenes judiciales y fiscales para impedir el referéndum.
"Si alguien de Cataluña creyó que los Mossos apoyarían el referéndum y el procés, es que estaba tomando sus deseos por realidades", ha asegurado la letrada, que el martes admitió que el 1-O fue un fracaso "político" y "policial", pero de los tres cuerpos: Mossos, Policía y Guardia Civil.
Lo que ocurre, a su juicio, es que si el coronel Pérez de los Cobos asume que conocía el dispositivo de los Mossos, basado en binomios de agentes en los centros de votación, ello implicaría un fallo conjunto de los tres cuerpos, y no solo de la policía autonómica.
Una tesis que contrasta con la del fiscal, que catalogó la actuación de los Mossos el 20 de septiembre de 2017 y el 1-O como "una consciente dejación del orden público, hasta permitir que la situación deviniera imposible y quedase en manos de una violencia tumultuaria, una multitud alzada dirigida a impedir el cumplimiento del mandato judicial".