PSOE y PP ofrecen una enmienda a CiU para que no rechace la reforma

El pleno del Congreso termina hoy su tramitación de la reforma constitucional para fijar el déficit de las administraciones públicas con la duda del voto que finalmente protagonizarán los diputados de CiU.

Una vez que la reforma sea votada y aprobada, pasará al Senado.

Los grupos parlamentarios tenían de plazo hasta ayer para presentar enmiendas al texto pactado por socialistas y populares para la modificación de la Constitución.

Fue la Mesa de la Cámara Baja la encargada de decidir sobre las veinticuatro enmiendas planteadas y seis fueron rechazadas, entre ellas las del PNV y ERC que defendían que se introdujera el derecho de autodeterminación y la de totalidad presentada por IU.

El motivo principal del rechazo para que no se debatan, según explicaron fuentes parlamentarias, es que no se referían al artículo 135 -que es el que se pretende reformar- e implicaban modificaciones que exigían un procedimiento distinto al del mero aval del Parlamento.

Antes del inicio del pleno, la Mesa del Congreso ha rechazado las alegaciones que habían presentado el PNV, ERC e IU para que el pleno de la Cámara pudiera debatir sus enmiendas.

Sí se debatirán las enmiendas de CiU en las que, principalmente, se aboga por respetar la autonomía financiera de las Comunidades y que cada una de ellas pueda fijar el límite máximo de déficit.

En este sentido, una vez comenzado el pleno, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz Santamaría, ha anunciado que el PSOE y su grupo parlamentario han ofrecido a CiU unas enmiendas transaccionales que "preservando el principio" del acuerdo de reforma constitucional, "amplía el marco de colaboración" de las comunidades autónomas. Ambos partidos intentan lograr que la formación catalana no vote contra la reforma.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, no aclaró ayer cuál será hoy el sentido de su voto, pero comentó que dependerá de la aceptación de las enmiendas que su formación ha presentado a la reforma.

Duros fueron también los representantes de los grupos que vieron cómo la Mesa del Congreso vetaba algunas de sus enmiendas.

Así, Aitor Esteban, del PNV, atribuyó el veto al interés de los dos grandes partidos por "sacar del debate" algunos temas que son "tabú", como el derecho a la autodeterminación.