Política -
Juicio del 'procés'
Un observador alemán destaca la actitud pacífica de los votantes en el 1-O
El exparlamentario alemán Bernhard von Grünberg, que estuvo presente en el referéndum de Cataluña, ha calificado de admirable la respuesta pacífica de la ciudadanía ante las cargas policiales.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Erreferendumean herritarrek jarrera baketsua izan zutela adierazi du begirale batek
El exparlamentario regional alemán Bernhard von Grünberg, que formó parte de una delegación internacional que acudió a Cataluña con motivo del referéndum del 1-O, ha destacado la actitud pacífica de la ciudadanía ante la violencia policial.
Von Grünberg, que ha testificado a petición de la defensa del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, en el juicio del 'procés' con traducción consecutiva, viajó un par de días antes a Cataluña para asistir al referéndum, donde fue testigo de lo sucedido en varios centros electorales junto a un grupo de parlamentarios europeos que asistió por iniciativa propia y que no es ninguno de los tres relacionados con la presunta malversación.
El testigo ha admitido que sabía que el Tribunal Constitucional había prohibido el referéndum, pero ha dicho que "era claramente palpable que era una votación organizada por la propia organización civil".
Ya como testigo directo del 1-O ha destacado la serenidad de los votantes a pesar de la "situación de intimidación y amenaza" policial y los llamamientos a comportarse pacíficamente. "No percibí por parte de los allí presentes una actitud violenta o agresiva, sino una admirable situación de tranquilidad".
Aquel día, su grupo visitó varios centros electorales acompañado de un colaborador del Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña que les asesoraba, si bien ha precisado que este organismo no les facilitó ninguna lista y que actuaban con total libertad.
Ya en el terreno, sí que ha dicho que en la escuela Ramon Llull de Barcelona fue testigo de cómo los agentes "irrumpieron en el local rompiendo las puertas y escalando las vallas"; mientras que en otro centro próximo vio pelotas de goma y observó a ciudadanos "heridos" por esos proyectiles que fueron trasladados en ambulancias. Nunca vio a ningún policía lesionado.
El político socialdemócrata ha destacado que siempre dejó claro al Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña que para él "era muy importante sufragar los costes a título personal". "Mis viajes me los pago yo porque quiero mantener mi independencia", ha añadido.
El objetivo de los integrantes de la delegación era ver cómo se desarrollaba la jornada "claramente sin ser observadores electorales", ya que una observación electoral debe realizarse bajo los parámetros de la OSCE, y que se limitaron a asistir "sin partidismo", por su "mero interés político y personal" en el proceso abierto entre Cataluña y España.
Al respecto, ha destacado que "en ningún caso había una prioridad de observación o validación de la votación".
Su visita no estaba motivada solo por el referéndum y ha comentado que hablaron con todos los partidos, incluidos el PSC, Ciudadanos y cree que también con el PP, y con el Govern, pero no con la Delegación del Gobierno en Cataluña.
Ha explicado que ha conocido a todos los presidentes de la Generalitat desde Jordi Pujol y que ha tenido contactos también con Carles Puigdemont, quien sabía que él no era partidario de la independencia y defiende un diálogo "que desgraciadamente no hubo". "Fue un error político, pero no debo decir mi opinión personal", ha matizado en un momento dado sin que el intérprete tradujera sus palabras después de que el magistrado Manuel Marchena dejara claro que estaba citado para contar lo que vio, no su valoración política.
El exparlamentario ha llegado a señalar que, en su opinión, como dijo la Audiencia Territorial de Scheswig Holstein "y otros tribunales", no existen los delitos de los que se acusa a los procesados y se está "abusando de la justicia para la política" cuando estos conflictos "deben ser resueltos democráticamente".
También habló antes del 1-O con el exconseller de Exteriores Raül Romeva y "tuvo bastante contacto" con Carme Forcadell, quien, a su juicio, cumplió con su deber como presidenta del Parlamento de permitir el debate sobre el futuro de Cataluña.