Política -
Memoria histórica
Víctimas del golpe militar del 36 reciben el reconocimiento del Gobierno navarro
El acto celebrado en Sartaguda ha contado con más de 500 familiares de víctimas, de los que algunos han tomado la palabra junto con la presidenta Uxue Barkos.
agencias | redacción
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Más de 500 familiares de las víctimas del golpe militar de 1936 han recibido hoy el reconocimiento del Gobierno de Navarra y la reparación institucional de su memoria en un acto presidido por la presidenta del Ejecutivo foral, Uxue Barkos, y celebrado en el Parque de la Memoria de Sartaguda.
El acto ha contado con una amplia representación institucional entre la que figuraba la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, la consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, y el alcalde de Sartaguda, Paolo Albanese, además de varios representantes de las asociaciones memorialistas y de diversas localidades navarras.
El acto ha contado con las intervenciones de Josefina Campos, Áurea Jaso y Julio Sesma, en representación de las familias de las víctimas navarras del golpe militar.
En su intervención, la presidenta Barkos, tras saludar a las familias de las víctimas presentes en el acto, ha resaltado el compromiso del Gobierno de Navarra desde 2015 en la tarea de reconocimiento y reparación de la violencia padecida por todas aquellas personas y sus familiares.
"Las políticas del cambio se han plasmado en diferentes ámbitos, y el trabajo en Memoria Histórica ha sido, sin lugar a dudas, uno de ellos. Navarra no podía esperar más a que su Gobierno asumiera la responsabilidad que le corresponde en el trabajo de reconocimiento y reparación a todas aquellas familias que tanto sufrieron la injusticia de la violencia, de manera que la memoria ha sido una de las piedras angulares de nuestra labor”, ha dicho.
La presidenta ha tenido una mención especial para las personas que, en cerca de 40 pueblos navarros, principalmente de la Ribera, entre 1978 y 1980 tomaron la iniciativa de la sociedad civil y, sin apoyo institucional, impulsaron las llamadas exhumaciones tempranas, "que tanto han representado para muchas familias de Navarra”.
Desde 2015, ha explicado Barkos, el Gobierno de Navarra ha asumido la labor de reconocimiento y reparación de las víctimas y sus familias, también “gracias a las familias y a las asociaciones que durante todos estos años habéis mantenido viva la llama de la memoria. Más aún, las familias nos habéis dado una lección con vuestro tesón y con vuestro mensaje: un mensaje de convivencia basada en la memoria, en el recuerdo de la injusticia cometida, con el afán de construir una sociedad mejor”.
El acto ha comenzado a mediodía con el ondeo de la bandera de Navarra y la interpretación del Himno de Navarra por la banda de gaiteros.
A continuación ha tomado la palabra Paolo Albanese, alcalde de Sartaguda, y tras él han dado su testimonio Josefina Campos, Aurea Jaso y Julio Sesma, en representación de las familias de las víctimas.
El acto ha concluido con las palabras de la presidenta, un aurresku bailado por el dantzari de Sartaguda Víctor Macua ante el muro del Parque donde se recogen los nombres de los más de 3.000 asesinados en Navarra, y una ofrenda floral.
Exhumaciones
En el acto se ha tenido un recuerdo especial a las familias y a las personas que hicieron posibles las denominadas exhumaciones tempranas, que se llevaron a cabo en un buen número localidades de Navarra "golpeadas con especial dureza por la represión franquista".
Aquellas exhumaciones, promovidas a instancias de las familias, se iniciaron en 1978, hace ahora cuarenta años.
"Si bien algunas familias, con sigilo y en condiciones muy adversas, habían conseguido enterrar dignamente a sus familiares asesinados, incluso durante la dictadura, fue tras la muerte del dictador Franco cuando se puso en marcha un importante movimiento social que consiguió la exhumación de más de 2.000 asesinados entre 1978 y 1980", recuerda el Gobierno.
Un segundo ciclo de exhumaciones, liderado por las asociaciones memorialistas, se puso en marcha a principios del presente siglo, en esta ocasión con la participación de equipos técnicos y científicos, continuando con la tarea inacabada a principios de los años ochenta, y todavía sin apoyo institucional.
A partir de 2015, con el impulso de nuevas políticas públicas de memoria y víctimas, el Gobierno de Navarra se hizo cargo del Programa de Exhumaciones, asumiendo desde la propia Institución la búsqueda de las personas asesinadas y desaparecidas tras el golpe militar de 1936.
Para ello se articuló un convenio con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que ha permitido exhumar los restos de 74 represaliados, los dos últimos hace tan solo unos días en Artaiz.