Política -
ACTO EN IRUN
Kalera Kalera pide el reconocimiento y la reparación de las personas torturadas
Han reclamado la presencia de abogados durante los interrogatorios, la grabación de la estancia en la comisarías y la eliminación de la incomunicación como vías para erradicar la tortura.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Esta mañana se ha celebrado en Irun un acto contra la tortura organizado por Kalera Kalera, la iniciativa de la izquierda abertzale contra la tortura, a la que ha asistido también el secretario general de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, José Schulman.
El portavoz de Kalera Kalera y exrecluso de ETA Antton López Ruiz Kubati, ha pedido hoy el "reconocimiento por parte del Estado" de la práctica "sistemática" de torturas, la "reparación" para quienes la han padecido y "garantías" para que no se repitan.
López Ruiz ha señalado que la "utilización" de la tortura ha sido "sistemática" y ha agregado que se ha empleado "contra el independentismo vasco como arma estratégica" por lo que ha reclamado a los "partidos y al Estado" una "declaración" en la que, "de manera institucional, se reconozca" que esas prácticas "han existido".
Asimismo ha solicitado la puesta en marcha de "instrumentos" para que las personas que las han padecido reciban "ayuda psicológica y política" así como la "revisión de las sentencias dictadas con confesiones que se hayan conseguido con torturas".
En el capítulo de las "garantías" ha pedido el cumplimiento de las normas que marca Amnistía Internacional así como la presencia de abogados durante los interrogatorios a los detenidos, la grabación de la estancia en la comisarías y la eliminación de la medida de incomunicación.
Por su parte Schulman ha señalado que la tortura es un "delito contra la Humanidad" que no tiene "patria ni bandera" y que "no puede prescribir ni ser amnistiado". Ha considerado que la tortura "no es un problema jurídico, sino que desafía a la sociedad vasca, porque un pueblo que permite que torturen a sus miembros se degrada" y ha remarcado que la lucha contra esta práctica "es parte de la lucha por los derechos humanos y por un mundo sin torturadores y sin jueces que los respalden".